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La vicepresidente del INTA Giraudo visitó la EEA Rafaela

A la chicharrita del maíz la definió como un "flagelo" para el sector. "Me siento privilegiada de ser parte de una institución que admiro y de la que soy usuaria", destacó.
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En el marco del problema ocasionado por la chicharrita del maíz, el secretario de Bioeconomía de la Nación, Fernando Villela, se reunió hoy en el INTA Rafaela con autoridades del sector de diferentes provincias del país. La vicepresidente del INTA María Beatriz “Pilu” Giraudo la definió como un «flagelo» para el sector.

Giraudo, antes de la reunión, aprovechó la oportunidad del viaje a la ciudad para reunirse con el personal del INTA Rafaela, en la misma Estación Experimental. Luis Mántaras (presidente del Consejo Regional del INTA Santa Fe), Alejandro Longo (director del Centro Regional Santa Fe del INTA) y Gustavo Almada (director del INTA Rafaela) la acompañaron en esta conversación.

«Me siento privilegiada de ser parte de una institución que admiro y de la que soy usuaria», comenzó diciendo, quien acompaña a Juan Cruz Molina Hafford en la presidencia de la institución.

Definió a la bio-economía como una llave maestra de la apropiación tecnológica, en un país con más de la mitad de la población en la línea de la pobreza. En este entorno, dijo, «el INTA es visto como el brazo tecnológico de la transformación que necesitamos y no dudo que estamos a la altura de ese desafío».

Destacó el rol de los centros y consejos regionales en esta tarea, lo que requiere una fuerte vinculación público-privada. En esta lógica, algunos modelos aparecen como íconos de la articulación buscada (por ejemplo, los agrositios).

Pilu transmitió tranquilidad al personal en términos laborales, mencionó a las auditorías del INTA como una herramienta que permitió argumentar a favor de la dotación de personal y los recursos de la institución en el marco del gobierno actual.

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Sobre el Programa “Pro Huerta”, reconoció que aún no tienen un interlocutor válido en el Gobierno y que la institución se está reorganizando para que esta «marca del INTA» siga existiendo con una impronta ligada a lo tecnológico más que a la asistencia social.

Respecto del Programa “Cambio Rural”, dijo que «estamos pensando en un programa fuerte, más parecido al del 93 que al de los últimos años, entre el INTA y la Secretaría.»

«Hay que dejar de pensarse desde el paradigma de la escasez», resumió Giraudo: «Imaginar en grande y tomar este momento como una oportunidad para dar una vuelta de rosca positiva en articulación con otros».

Luego de la conversación con el personal, la Vicepresidente del INTA recorrió áreas de trabajo de la Estación Experimental, como el tambo robot, el tambo experimental, los laboratorios de calidad de leche, agroindustria, inmunología, forrajes y miel, las instalaciones de la planta quesera a escala y la incubadora de empresas biotecnológicas.

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