Por Emilio Grande (h.).- Un ejemplo evidente de la grave crisis que atraviesa la Argentina es que 6 de cada 10 niños argentinos serán pobres antes de fin de año por el coronavirus y la interminable cuarentena, de los cuales 2 vivirán en hogares en los que no se llega a cubrir la alimentación básica. 1 de cada 4 familias tuvo que dejar de comprar ciertos alimentos y el 10% de la población asiste a comedores, según el informe que presentó Unicef. Entre diciembre de 2019 y diciembre de 2020, la cantidad chicos pobres pasaría de 7 a 8,3 millones.
Sebastián Waisgrais, especialista en Inclusión Social y Monitoreo de Unicef, explicó que «entre los efectos que desencadena la caída de los ingresos familiares y del empleo, se puede presentar la reducción del gasto en alimentación. El 57% de los hogares con menores de 18 años reciben algún tipo de transferencias».
Para conocer cómo está impactando la cuarentena en la vida de los más chicos, entrevistaron 2.525 hogares del país donde viven chicos, consultando a los padres y a los hijos. El 48% de los menores de 6 años cambió su forma de comer. El 46% sufre alteraciones del sueño: tiene pesadillas, insomnio o duerme hasta tarde. Un 16% tuvo cambios para comunicarse con sus padres.
Los niños pequeños pueden hacer preguntas directas sobre lo que está sucediendo ahora o lo que sucederá en el futuro y pueden comportarse de manera diferente en reacción a sentimientos sobre la crisis sanitaria.
El 95% dijo que continuó con la escolaridad primaria, pero hay grandes diferencias entre los que tienen accesos a recursos tecnológicos y los que no. Durante el encierro en casi el 70% de los hogares se suspendió la atención médica de los chicos, se descontinuaron los controles pediátricos y el 27,7% los chicos no fueron vacunados.
Los adolescentes están deprimidos y angustiados porque no ven un horizonte de finalización. Extrañan a sus amigos, poder salir e ir a la escuela, pero tienen miedo de volver a la escuela. El 45% de los adultos dijo que cree que las escuelas no podrán cumplir con las medidas necesarias de prevención.
El 73% de los adolescentes aumentó la cantidad de horas que pasa frente a pantallas, el 17% de los adolescentes dijo que durante la cuarentena vivió situaciones de acoso y violencia como ciberbullying, acoso personal y sexual en las redes. También el 9,5% estuvo expuesto a contenidos inapropiados y pornografía.
En la misa central de San Cayetano, el arzobispo de Buenos Aires y cardenal Mario Poli expresó que “en la tierra bendita del pan, como dice una bella canción, hoy pedimos para que no les falte el pan y todo lo necesario para una vida digna a todos los argentinos, pero muy especialmente pediremos por estos más de 7 millones de chicos pobres, con niveles de indigencia que nos avergüenza y nos humilla”.
El doctor Abel Albino disertó virtualmente el jueves a la noche sobre “Desnutrición: el mal oculto”. Ante la consulta de este cronista sobre el porcentaje de desnutridos en la Argentina, el responsable de CONIN respondió que es de 14×1.000 habitantes. En la exposición citó que el 50% de la población argentina no tiene cloacas, el 35% energía eléctrica y el 30% agua corriente.
El preámbulo de la Convención sobre los Derechos del Niño (1989) reconoce que “el niño, para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, debe crecer en el seno de la familia, en un ambiente de felicidad, amor y comprensión”.
La pobreza en Argentina es un problema estructural, pero puede ser erradicada con políticas de Estado a largo plazo…