La Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) se pronunció ante la crisis política generada después de las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio, en las que el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó vencedor a Nicolás Maduro, en medio de numerosos cuestionamientos en torno a la legitimidad del resultado.
«Unimos nuestra voz a la de todos aquellos que dentro y fuera de Venezuela piden un proceso de verificación de las actas electorales, en el que participen activa y plenamente todos los actores políticos involucrados», expresan los obispos en un comunicado.
Las controvertidas elecciones presidenciales que reconfirmaron al presidente Nicolás Maduro con el 51,2% de los votos constituyeron un sufragio fuertemente disputado y en el que hubo acusaciones de fraude por parte de la oposición local, pero también a nivel internacional. La líder opositora María Corina Machado dijo ayer, en conferencia de prensa, que obtuvo «más del 73% de los votos y nuestro presidente electo es Edmundo González«. Por tanto, el país se encuentra, una vez más, en una fuerte crisis institucional.
La jornada del 28 de julio, afirma la CEV, «se caracterizó por la participación masiva, activa y cívica de todos los venezolanos en el proceso electoral. De esta manera, hemos ratificado nuestra vocación democrática».
«Como pastores del Pueblo de Dios -prosiguen- seguimos atentamente el desarrollo de los últimos acontecimientos y queremos expresar a todos nuestra cercanía y disponibilidad para el acompañamiento pastoral en estos momentos de ansiedad».
«Sigamos firmes en la esperanza. Debemos realizar nuestros pensamientos y nuestras justas peticiones con las actitudes pacíficas de respeto y tolerancia que han reinado hasta ahora», concluyen los obispos.
Este 29 de julio se desataron protestas espontáneas en diversas ciudades del país que, según reportes en redes sociales, fueron reprimidas incluso por grupos paramilitares, que utilizaron armas de fuego.
Mientras tanto, según Foro Penal, organización venezolana de derechos humanos, ya son dos los muertos y 46 los detenidos, como saldo de las protestas que estallaron ayer en Caracas, la capital del país, y en varios lugares de Venezuela, para impugnar la reelección de Nicolás Maduro.
Las protestas comenzaron en los balcones de las casas y luego se trasladaron a las calles. La situación degeneró en enfrentamientos con la policía. Según la ONG Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, hubo 187 protestas en 20 de los 23 estados del país. Mientras tanto, el gobierno de Maduro expulsó a los embajadores de Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay, acusando a estas naciones de «injerencia», y suspendió los vuelos hacia República Dominicana y Panamá.
Fuente: https://aica.org/