Usurpadores y dictadores

El usurpador para seguir en el poder tiene que ser, duro en los hechos, usar resquicios legales, crear enemigos y provocar enfrentamientos en la sociedad.Por Marcelo J. Castro Corbat

En 2001, el entonces partido peronista, con la complicidad del
conductor del partido radical, le usurparon el poder al Presidente De la
Rua, hombre honrado, atribuyéndole ineficacia en su desempeño. Se
designó Presidente a Rodríguez Saa, que decretó no pagar la deuda
externa, y en siete días le usurparon el poder. Se designó Presidente a
Duhalde, que produjo la destructora devaluación del peso, y no pudiendo
sostenerse en el poder llamó a elecciones. Su candidato Kirchner,
desconocido por el país, salió segundo, pero se hizo del poder con la
renuncia de Menen ante el fantasma del abrumador poder de la
maquinaria electoral, alimentada con dinero del Estado Nacional,
prebendas, corrupción y compra de votos.
En 2005, la maquinaria electoral se puso a funcionar
desvergonzadamente a pleno y los excesos cometidos fueron difundidos
por diarios, radio y televisión, en el país y en el exterior. Fue un
escándalo público de usurpación del poder por el grupo político
encaramado en el Gobierno. El usurpador para seguir en el poder tiene
que ser, duro en los hechos, usar resquicios legales, crear enemigos, y
provocar enfrentamientos en la sociedad. ¿Es un gobierno dictatorial?
Es imperioso cambiar la ley electoral y enmendar el régimen
presidencial.

Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar

El autor vive en Buenos Aires y envió esta columna de opinión a www.sabado100.com.ar.

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