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Urge acordar con el FMI o caeremos en el precipicio…

Se trata del editorial del programa “Sábado 100” por radio El Espectador (FM 100,1) de Rafaela.

Por Emilio Grande (h.).- Estamos a pocas semanas del vencimiento de una cuota de la deuda de los 45.000 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional, que de no pagarse podríamos caer en default. Lo concreto es la existencia de un preacuerdo entre el Gobierno y el FMI, pero debe ser ratificado por ambas cámaras del Congreso y luego avanzar en la letra chica de su contenido.

El contexto es por demás de pesimista: el país está con reservas netas de dólares casi inexistentes; la economía se aproxima a una parálisis por la falta de insumos esenciales, que se importan y se pagan con dólares; una emisión descontrolada, que según Alberto no produce inflación; el agujero del déficit fiscal (se gasta más de lo que se recauda); la inflación del 50% anual; entre otras variables.

El Gobierno adelantó que en caso de firmarse el acuerdo podría recibir préstamos de otros organismos multilaterales, como el Banco Mundial y el BID, pero estas alternativas se cerrarían en el acto si no hubiera entendimiento.

Desde el punto de vista político, reina cierta incertidumbre sobre el apoyo al futuro entendimiento con el organismo internacional. Hace unas semanas se produjo un cortocircuito profundo en el oficialismo con la renuncia inexplicable de Máximo Kirchner a la presidencia de la bancada oficialista en la Cámara Baja al no aceptar los lineamientos que supuestamente baja el Fondo. ¿Habrá actuado a título personal o estuvo muy influenciado por su madraza Cristina?

Como sostiene Morales Solá, “son oficialistas cuando se trata de controlar las cajas más preciadas del Estado (La Cámpora está al frente de la Anses, el PAMI, Aerolíneas Argentinas y tiene importantes cargos en la AFIP), pero son opositores cuando el oficialismo debe aplicar medidas necesarias para empezar a normalizar los descontrolados gastos del Estado”.

Lo llamativo de Alberto es el doble discurso. Durante la reciente gira internacional, en Barbados expresó a los periodistas que lo habían ayudado en el Fondo países latinoamericanos y europeos, China y Rusia. Se olvidó lisa y llanamente de Estados Unidos, cuyo Departamento de Estado manifestó su desagrado con el Gobierno… ¿Habrá sido por una cuestión ideológica para quedar bien con el cristinismo? Ahora funcionarios nacionales buscan suavizar el malestar de Estados Unidos con el Presidente.

Por el lado de la oposición, los distintos sectores internos están a favor de apoyar este nuevo acuerdo con el FMI, siempre y cuando vean la “letra chica” de la negociación, pero advirtieron que no acompañarán el aumento de impuestos. ¿Se olvidaron del tarifazo que hubo durante el Gobierno de Macri en 2018?

En el plano económico, el especialista rafaelino Fernando Camusso, quien está a favor de acordar con el organismo, opinó en este programa radial de hace una semana sobre reducir el déficit fiscal gradualmente. “El Fondo quiere que la Argentina vaya a un sendero fiscal, con menor emisión de pesos y tratar de aumentar las reservas en los próximos 4 años; no está pidiendo que el país empiece a devolver el dinero entre 2022 y 2024, y se firmará un acuerdo puente donde se respetan los vencimientos que pactó en su momento Macri. Este año vendrá cuatro veces para auditar las cuentas públicas”, destacó Camusso.

Para finalizar, Argentina está caminando por un precipicio sin salida. De no acordar con el Fondo caeríamos por primera vez en default y la crisis económica sería aún mayor para todos los sectores, especialmente los más pobres y postergados porque no habría fuentes de financiamiento internacional y tampoco ingresarían los insumos importados.

La Comisión Episcopal de Pastoral Social planteó el desafío de atender la deuda pública sin dejar de atender las deudas sociales. Dependerá de la experticia de las autoridades ejecutivas y legislativas. ¿Estarán a la altura de las circunstancias?

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