Ciudad del Vaticano, 5 May. 09 (AICA). «Galileo y El Vaticano» es el título de un nuevo libro que recoge los trabajos de la comisión creada por Juan Pablo II sobre el famoso científico italiano y, según el cardenal Paul Poupard –que presidió el grupo de trabajo-, busca derribar la leyenda negra y los mitos creados sobre este caso.
En declaraciones a Notimex, el cardenal Poupard recordó que Juan Pablo II hizo un desagravio público de Galileo en octubre de 1992. «El Papa tenía la preocupación de clarificar una imagen mala ante la opinión pública, en la que se presenta a la Iglesia como enemiga de la ciencia, esto es un mito pero los mitos atraviesan la historia y no fácilmente son cancelados», señaló.
El Purpurado agregó que «todo esto fue instrumentalizado, sobre todo a partir del iluminismo usado como un arma de guerra contra la Iglesia» y aún hoy extraña que se piensen «cosas sin ningún fundamento» como la difundida leyenda de que Galileo habría sido quemado cuando nunca estuvo siquiera en prisión.
El cardenal Poupard recordó que en su momento, Juan Pablo II le preguntó si tras aceptar el error cometido por los jueces, el caso Galileo estaría cerrado. El Purpurado le contestó: «Hasta que existan personas libres pensarán como quieran».
«Era importante hacer frente a aquel mito, reconocer dentro de este terrible caso los errores y así se hizo», destacó el cardenal Poupard.
El libro
«Galileo y El Vaticano» fue publicado por la editorial Marcianum Press y sus autores son Mario Artigas, fallecido en 2006, profesor de Filosofía de la Ciencia en Barcelona y en la universidad de Navarra y monseñor Melchor Sánchez de Toca, subsecretario del Consejo Pontificio para la Cultura.
El libro de más de 300 páginas, fue publicado en español e italiano e incluye una introducción de monseñor Gianfranco Ravasi, presidente del Consejo Pontificio para la Cultura.
Monseñor Ravasi considera que el trabajo de la Comisión sobre Galileo resultaba importante para «dejar atrás los escombros de un pasado infeliz, generador de una trágica y recíproca incomprensión».
En declaraciones a Notimex, monseñor Sánchez de Toca explicó que el objetivo principal del libro es «sanar una herida abierta» pues pese a que pasaron casi 17 años del desagravio, «parece cada vez que nos encontramos como al comienzo».
Según el sacerdote, los jueces de Galileo, además del «error evidente» de pensar que la Tierra no se movía, cometieron el desacierto de invadir un campo que no les competía. «Pensaron que el sistema copernicano que Galileo defendía con tanta vehemencia ponía en peligro la fe de la gente sencilla y creyeron que era su obligación impedir su enseñanza. Esto fue un error y era necesario reconocerlo», señaló el autor.
El 31 de octubre de 1992 Juan Pablo II reconoció con una declaración los errores cometidos por el tribunal eclesiástico que juzgó los postulados científicos de Galileo Galilei.+