Por Emilio Grande (h.).- Este martes se llevó a cabo una reunión entre ediles y dueños de remises y agencias, remiseros y taxistas de la ciudad, en la sala de sesiones del Concejo Municipal, con el objetivo de dialogar acerca del proyecto de ordenanza que propone regular la forma de operar de las plataformas electrónicas de transporte de pasajeros.
Durante el encuentro, los legisladores locales presentaron los principales ejes de la iniciativa, que contempla aspectos vinculados a la autoridad de aplicación, los requisitos para el registro y habilitación de los vehículos, las condiciones de los conductores y los intermediarios, los medios de pago y las medidas de accesibilidad para los usuarios.
Los remiseros expresaron su postura respecto a la posible implementación de estas aplicaciones, compartieron su experiencia en la prestación del servicio y plantearon algunas inquietudes. Realizaron diversas sugerencias para mejorar el proyecto, con el propósito de regular y controlar a estas plataformas.
Al término de la reunión, el concejal oficialista Augusto Rolando expresó que “el objetivo del encuentro es este proyecto que armamos junto con el bloque y que pusimos a disposición del Concejo para empezar a pensar cómo las aplicaciones pueden subsistir, convivir, trabajar en una igualdad de condiciones con los subsistemas que ya existen de taxis, de remises y otros que existen en la ciudad. Nos abrimos a los aportes que puedan hacer las personas que nos vinieron a visitar”.
Rolando admitió que “hay remiseros que están trabajando para la aplicación DIDI y le dio un marco de diversidad a todos los aportes que tuvimos. El debate también abordó la ordenanza actual de remises la 3338 de la década del 90, que tuvo muchas modificaciones. Hace al menos ocho o diez años que venimos hablando de que hay que renovarla. Se hicieron algunas modificaciones en los últimos años, pero se necesita una revisión general porque el funcionamiento de los remises y de las aplicaciones coexisten de forma muy parecida. De hecho, hay personas que trabajan en ambos servicios”, sostuvo.
Y agregó: “hay personas que están más en desacuerdo con el desembarco de las aplicaciones y otras que están más a favor. En lo personal, las aplicaciones vienen con una nueva forma de transporte, tenemos un marco para que puedan funcionar. Está funcionando DIDI y ahora viene otra, no es solamente que pase en Rafaela ya que ocurre en todas las ciudades intermedias de Argentina. Para que puedan funcionar en una competencia equitativa e igualitaria hay que generar un marco regulatorio, teniendo diferentes opiniones”.
En el encuentro, los trabajadores expresaron posturas diversas respecto a la llegada de las aplicaciones. Una taxista dijo que “todos tenemos derecho a trabajar. El país está jorobado y todos tenemos que comer, pero tiene que ser con una regulación como tienen los remises y los taxis para que puedan trabajar. No queremos que vengan a hacer de las suyas y tengamos que aceptar eso”.
Por su parte, Darío, propietario de una de las agencias de remises, sostuvo que “primero hay que modificar la ordenanza que es del 92 con modificaciones en el 2000 y en el 2014. Hace 11 años que no se modifica nada y quedó todo obsoleto. Desde el año 92 a ahora cambió mucho la ciudad, el tránsito y la población. Hay que modificar la ordenanza, actualizarla con las plataformas que hay y van a llegar, pero queremos reglas claras, con cumplimiento, que se controle mediante regulaciones y sin grises. Hay que poner el énfasis y modificar la ordenanza la 3338 con el proyecto que expuso Rolando para que todas las partes sean beneficiadas”.
Manifestaron la preocupación por la situación económica y la pérdida de algunas unidades desde la llegada de las aplicaciones. “Desde que llegó esta aplicación a la ciudad, hace tres meses, hasta hoy se dieron de baja 25 autos. Si están en la calle o no, el ente regulador es el que se tiene que encargar”, apuntaron.
Daniela, una remisera que también trabaja con una aplicación, aportó una mirada desde la experiencia dual: “Hay muchas falencias en las ordenanzas actuales. Hoy tenemos una plataforma que permite autos de hasta 20 años de antigüedad, mientras que a nosotros nos piden 10 años. Eso nos ayudaría a reducir gastos, porque un auto 0 kilómetro cuesta $34 millones. Trabajo con DIDI porque es una forma de subsistir; mi único sustento hoy es el transporte de pasajeros, ya sea taxi, remise o aplicación”.
Finalmente, pidió un mayor control municipal sobre el transporte: “Rafaela tiene una ordenanza que regula taxis y remises, y no se está cumpliendo. Pedimos que haya controles, porque hoy las aplicaciones están funcionando sin regulación mientras nosotros seguimos sujetos a normas que están desactualizadas”.