Por Emilio Grande (h.).- Lamentablemente, la inseguridad ha escalado niveles preocupantes en la ciudad de Rafaela, que no es de ahora sino desde hace varios años, y también se repite en otras ciudades de la región.
En los últimos días, hubo varias reuniones por este grave problema ciudadano debido a los reiterados robos en la vía pública y en viviendas, comercios, empresas, iglesias, estudios jurídicos; balaceras en distintos barrios. La ciudad perdió la tranquilidad que conocimos hasta hace algunos años porque creció exponencialmente con más de 100.000 habitantes.
El sábado pasado se realizó un encuentro en la sede vecinal del barrio Mora con 50 vecinos y cuatro concejales (oficialistas y opositores), pero no asistieron el intendente Leonardo Viotti ni funcionarios municipales para escuchar el “rosario” de reclamos, entre ellos los hechos de inseguridad que ocurren a cualquier hora del día.
Luego de la caldeada reunión en el Mora, el domingo último Viotti difundió una carta pública, mostrando los logros de la gestión municipal en 10 meses. Aprovechó para defenderse: “La responsable de Vecinales llamó al presidente del barrio (Andrés Orellana) y su esposa en distintas oportunidades, y no fue atendida”.
El lunes de esta semana, el fiscal regional Carlos Vottero recibió a los concejales en la sede del Ministerio Público de la Acusación (MPA), donde se analizaron temas vinculados a la seguridad como lavacoches, operativos y facultades de los fiscales, pero trascendieron cortocircuitos entre el MPA y el Ejecutivo, especialmente lo ocurrido en el barrio Belgrano con el ataque de una persona contra un agente de la GUR y al móvil municipal.
El secretario de Prevención y Seguridad municipal Juan Martínez Saliba hizo declaraciones públicas, expresando que la fiscal (Fabiana Bertero) había imputado a la víctima por lesiones dolosas, le había “pintado los dedos” y había ordenado la libertad del agresor.
Le salió al cruce el doctor Vottero, lamentando que “la información brindada sea falaz y también la manera en que el Municipio ha manejado la situación, dirigiendo ataques hacia el MPA de manera injustificada y sin ningún tipo de fundamento”.
Según fuentes políticas confiables presentes en la reunión del MPA, se trató la intromisión del Ejecutivo sobre el Poder Judicial, por ejemplo las chacaritas, donde el Municipio se adjudicó un hecho penal que no le es propio; críticas hacia la labor del funcionario Martínez Saliba, sumado a que el Ejecutivo no tiene un plan de prevención del delito y las secretarías municipales no trabajan de manera articulada para la contención social.
Fuentes judiciales informaron que Martínez Saliba tuvo un trato irrespetuoso y desubicado al presionar fiscales y avasallar el trabajo de investigación. Pidieron que el Intendente debe cambiar de interlocutor de la Secretaría de Prevención y Seguridad con el MPA porque no van a permitir la falta de respeto ni presiones de este funcionario municipal que “no está a la altura de las circunstancias para ocupar el cargo, cortándose la relación institucional”.
El Intendente concedió una entrevista periodística, mencionando que solicitó una reunión al Fiscal Regional sin fecha confirmada, destacando que “más allá de las diferencias que podamos tener, nadie puede enojarse y decir que con esta persona no hablo más. Con Carlos (Vottero) veníamos con una excelente relación, pero no sé qué pasó”, para luego hacer alusión al presidente del Mora: “de manera prepotente pretende que hagamos cosas que corresponden, pero son de difícil resolución y estos problemas tienen muchos años”.
Esta semana, Vottero también se reunió con los vecinalistas Andrés Orellana (Mora), Daniel Deramo (Martín Fierro) y Ramona Ramallo (Virgen del Rosario) para abordar este grave problema, aclarando que la prevención es del Municipio y la Fiscalía actúa cuando ocurren los delitos, como así también se coló en el Concejo un pedido de informe de la oposición, cuestionando a Viotti por la innecesaria tensión generada con los fiscales.
A decir verdad, la gestión municipal está improvisando en materia de prevención y seguridad, todavía no cayó en la cuenta de la gravedad que representa la inseguridad en Rafaela, le cuesta escuchar a los vecinos en sus reclamos, debe poner énfasis en la contención social y respetar a los otros poderes institucionales de la democracia.