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«Todavía hay que seguir luchando contra la cultura de confrontación»

El que opina es José Ignacio López, ex vocero del presidente Raúl Alfonsín, durante una entrevista en el programa radial "Sábado 100" por Mitre Rafaela (FM 91,9), en el marco de los 25 años de la recuperación de la democracia en Argentina. Afirma que es insatisfactoria porque no ha podido amparar a millones de excluidos. Cuestiona la soberbia y la falta de diálogo de los Kirchner.Por Emilio Grande (h.)

«Esta celebración vuelve a ser una oportunidad. Si la dejamos que sea solo un ejercicio de nostalgia en el que recordamos y compartimos la memoria de todos los argentinos más allá del resultado electoral, porque fue la recuperación de este sistema y las bases para estos 25 años en que nunca hubo continuidad, sino también aprovechar que nos volvemos a unir para encontrar y dar un paso significativo en un estilo de cultura democrática que tanto nos cuesta en el que la democracia es construcción, diálogo, acuerdo, búsqueda de coincidencias, recuperación del sentido de lo común y son algunas de las cosas que podemos sentir con más sabor amargo porque seguimos demasiado a la deriva y la transición se va haciendo excesivamente prolongada».
El que reflexiona es José Ignacio López, ex vocero del presidente Raúl Alfonsín (1983-1989), en una entrevista telefónica desde Buenos Aires en el programa radial «Sábado 100» por Mitre Rafaela (FM 91,9). El citado es periodista, escribe en diario La Nación y trabaja en la ONU sede Buenos Aires.

-¿Cuáles son las luces y las sombras de estos 25 años?
-Se avanzó en que tenemos 25 años del funcionamiento de las instituciones y podemos decir que se terminó el tiempo de inestabilidad que dejamos atrás con la noche oscura de la falta de libertades y que vamos construyendo trabajosamente. Todavía hay que seguir luchando contra esa cultura de confrontación, acentuación de las diferencias, falta de tolerancia, demonización del otro. Nuestra democracia de hoy es insatisfactoria como dijo Alfonsín en el discurso en el Salón de los Bustos, que no ha podido amparar a millones de excluidos, que no ha podido derrotar a la pobreza, hay chicos que tienen hambre; son cosas pendientes y nos tienen que doler a todos, habla de la incapacidad para construir una convivencia. Explotaron en el 2001-2002 y mientras estuvo el miedo y el susto del abismo, la dirigencia en general recuperó un sentido del espíritu del bien común, pero aquello duró poco y cuando aparecieron algunos indicadores económicos los propósitos de cambio quedaron en la nada.

-En 2002 se formó una Mesa del Diálogo entre el Gobierno de Duhalde, la ONU y la Iglesia Católica, pero pasaron seis años y aparece otra crisis, ¿nos cuesta construir consensos y el bien común?
-Efectivamente. Siguen faltando gestos de desprendimiento de todos, fundamentalmente de aquellos que ya tenemos unos cuantos años recorridos, para dar un paso al costado como una contribución de esta generación que ya ha jugado su suerte, la de ser puente y bisagra para dejar que surja lo nuevo, dejemos alumbrar por una vez con este tipo de gestos pensando en el cambio, terminemos con las vanidades y mezquindades porque si seguimos haciendo las cosas igual como vinimos haciendo en los últimos 40 o 50 años los resultados van a ser los mismos.

-El divorcio entre la clase política y la gente, ¿será porque siempre están los mismos en el poder?
-Hay una crisis de representación muy seria y grave, me duele que estemos en transición, nos pasamos admirando lo que han hecho otros países pero cuando llega el momento del desprendimiento, dejar de lado la chicana política, la responsabilidad recaiga sobre una parte, de mirar al otro responsable de lo que pasa, si cada uno no tiene algo para revisar, se vuelve a hacer un ejercicio de vanidad o mezquindad.

-¿Qué críticas realiza a los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner?
-El estilo de no reconocer la importancia de los partidos políticos, la soberbia, de creer que todo empezó cuando uno llegó; de no reconocer que la política es construcción, no es destrucción de todo lo que pasó antes, ni descalificar a los otros como los únicos responsables. La soberbia de que no tuvieron que ver con nada; de no dialogar y creer que la verdad está solamente de un lado.

Proyecto de radiodifusión

«Primero me gustaría ver el proyecto de radiodifusión, no se lo conoce, muchas veces se lo ha utilizado como una amenaza, una manera de presionar, pelear y entrar en contraposición con los periodistas. Hay una cosa que me alienta es que en la única conferencia de prensa que dio la Presidenta dijo que el proceso que se iba a poner en marcha iba a ser similar al de la ley de educación, es decir, un proceso extenso, de diálogo, de discusión, de apertura a todos los sectores involucrados», opinó José Ignacio López sobre el proyecto de ley de radiodifusión que impulsa el Gobierno nacional.

Emilio Grande (h.)

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