
Los argentinos, ante un mundo nuevo
La perfección no es enemiga de la celeridad. La platea política estará desde mañana, a pesar de todo, más preocupada por lo que sucederá en un país sin cepo que con los viejos avatares judiciales de la señora de Kirchner. La observación de la economía en un mundo errático y confuso no es incompatible con la exigencia social de que la cárcel sea el insalvable destino de los corruptos.