Por Emilio Grande (h.).- En el partido de vuelta de la final de la Región Litoral Sur, jugado en el estadio «Simón Luciano Plazaola» de la ciudad de Concepción del Uruguay (Entre Ríos) ante más de 1.000 personas, 9 de Julio se impuso a los penales 3 a 2 a Atlético Uruguay, debido a que el Decano forzó esta definición al ganar 1 a 0 en el tiempo reglamentario y así igualar la serie.
Nuevamente, el “9” logró clasificar a otra final con el sufrimiento en el corazón, como lo viene marcando la historia de los últimos años del club en todos los campeonatos, especialmente los regionales, convirtiéndose en el héroe de la noche al arquero Joaquín Gómez al atajar 2 penales más el que patearon arriba del travesaño.
A decir verdad, es difícil separar la labor periodística con el valor de la imparcialidad y, al mismo tiempo, todos o la mayoría somos hinchas de algún club, en este caso 9 de Julio, el decano de Rafaela, donde del hincha aflora sobre los poros de la piel para emocionarse con alegrías y entristecerte con derrotas.
El León rafaelino venía de una excelente campaña de menor a mayor en esta nueva edición del Toreno Regional Amateur, con 11 partidos invictos de los cuales los últimos 6 fueron victorias y solamente había recibido 2 goles en contra.
En esta oportunidad, el equipo de Marcelo Werlen perdió el invicto y le convirtieron el tercer gol, jugando un mal partido porque la única ocasión en los 90 minutos fue el penal marrado por Monserrat en el primer tiempo.
Qué importancia tiene estos datos anecdóticos del partido. El objetivo era ganar la final de la región y ahora ya pensar en los próximos 90 minutos a jugarse el domingo próximo en la ciudad de San Francisco frente a Atenas de Río de Cuarto (el otro finalista), donde se definirá quien ascenderá al Federal A, torneo que empezará a jugarse a partir de marzo.
Al finalizar el partido algunos hinchas locales quisieron agredir a la terna arbitral de Venado Tuerto dentro del vestuario. Nosotros (el que firma esta crónica y su hijo Juan Manuel, quien grabó los videos) quedamos en el medio de la trifulca, rodeados por dirigentes y policías entrerrianos. Los enfurecidos simpatizantes del Decano agredieron verbalmente desde una puerta de rejas y ventanas, ambas sin vidrios, volando también una botella de agua. Por suerte no pasó a mayores.
Para destacar, la muy buena predisposición de algunos dirigentes de Atlético Uruguay, quienes mostraron una caballerosidad digna de resaltar desde el primer momento que fuimos el miércoles pasado para acreditarnos al partido y luego fue confirmada antes, durante y después de los 90 minutos.
Desde el corazón, vivimos un partido emocionante, cambiante, vibrante en el que no faltaron las jugadas polémicas con el reclamo del gol anulado al conjunto entrerriano en el primer tiempo, el penal errado en el mismo período, el gol de Atlético Uruguay en el segundo período y lo más impresionante fueron los penales porque son puro azar, ya que cualquiera puede ganar.
En este caso, la suerte estuvo del lado del equipo juliense que volvió a mostrar las agallas de un León que aspira a volver a jugar en una categoría superior y su gente sueña cada vez más con el tercer ascenso al Federal A.
Parafraseando a Scaloni con la “scaloneta”, con Werlen apodado “Satanás”, ¿se viene la “sataneta”? En siete días se sabrá si el Juliense logra el objetivo del ascenso. Por ahora siguen los festejos, disfrutando de una clasificación agónica, otra vez de visitante y en este caso sufriendo con el corazón… Los jugadores y el puñado de hinchas, que llegaron a Concepción del Uruguay, cantaron “vamos a volver”…
