«Las PYMEs son la fuente de desarrollo de la Argentina por venir», expresó José Luis Basso durante su disertación de anoche sobre «Las PYMEs industriales: motor de crecimiento y desarrollo», ante un auditorio completo -la mayoría estudiantes, funcionarios locales y provinciales, docentes, comerciantes- de la UCES Centro.
El citado es presidente del grupo homónimo, vicepresidente PYMI de la Unión Industrial Argentina (UIA) y presidente del Observatorio PYME de la UIA. Recordó la crisis de 2001 en la que «el país estuvo a punto de la disgregación. Por eso algo debía cambiar, entonces me metí en la gremial empresaria, pero no en la actividad política partidaria», dijo.
En otra parte, hizo una comparación entre las grandes empresas y las PYMEs. «Los problemas de las PYMEs son que tienen poco poder de negociación, escasos recursos técnicos, son vulnerables ante la crisis», sostuvo. Puso como ejemplo que el 99,5% de las establecimientos en Argentina es PYME, emplean al 70% de los trabajadores, el 53% en el valor agregado, el 10,7% de las exportaciones -de lo que informó en la última conferencia de la UIA en Córdoba-.
Desde el 2003 en adelante, aumentaron el 50% de las ventas en las PYMEs, las exportaciones crecieron en un 52% y utilizan el 76% de la capacidad instalada. «Somos los vagones que empujamos la locomotora», graficó.
¿Cuáles son las necesidades para que las PYMEs sean competidoras?
Enumeró los siguientes puntos: infraestructura, escuelas técnicas, financiamiento, seguridad jurídica, acceso a mercados externos y energía.
«Hay que racionalizar la energía y solucionar la infraestructura como por ejemplo las comunicaciones aéreas. En cuanto a la seguridad jurídica, el alma de la empresa es el empleado y hay que mejorar los sistemas laborales de las PYMEs».
Datos de la empresa
Al final de su exposición, Basso contó por dentro su empresa. Tiene dos plantas: 622 empleados en Rafaela y 224 en Lehmann, fabrican 16.500.000 de piezas al año, realizaron 689 operaciones de comercio exterior en 2005, el promedio de las exportaciones es de 23.000 dólares la tonelada, exporta el 86% de la producción a 33 países en cinco continentes.
«Ya tenemos contratos hasta el 2008», destacó, pero aclaró que «en medio de la crisis de 2001 los importadores no tenían mucha confianza con las imágenes de unos rosarinos comiendo gatos que dio vuelta el mundo».
Previo a la charla, este cronista le preguntó si aceptará la presidencia de la UIA, a lo que respondió que «estoy muy contento con el cargo que tengo. En este momento soy vicepresidente PYMI y este sector puede opinar en los foros de Estados Unidos, en el Banco Mundial, en países europeos y en la OIT. Para lo otro (la presidencia) lo pensaré más adelante, no te olvidés que mi respuesta dependerá de que me tengo que ir a vivir a Buenos Aires y sabés cómo yo quiero a mi ciudad por lo que es bastante difícil que decida irme».
La renovación de la comisión directiva de la UIA será entre abril y mayo de 2007. Mientras tanto, confesó que «lo estoy pensando».
Emilio Grande (h.)