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Se cumplen 90 años del templo de la Catedral San Rafael

Con las obras del revoque exterior de la fachada concluyó la construcción del edificio de la parroquia San Rafael, supervisada por el sacerdote Dimas Mateos, quien tuvo la satisfacción de ver a través de los años las distintas etapas.

Por Emilio Grande (h.).- Los trabajos de construcción del templo actual de la Catedral San Rafael (Rafaela fue creada Diócesis el 12 de octubre de 1961) concluyeron durante el año 1932 con el revoque exterior de la fachada del edificio.

En aquella época, el sacerdote español Dimas Mateo era el párroco (estuvo 34 años en ese cargo y falleció el 18 de agosto de 1935), quien fue el emprendedor y visionario, el mentor y responsable directo de la realización de la magnífica iglesia.

El sacerdote español Dimas Mateo fue párroco 34 años en San Rafael.

La torre y el campanario fueron donados por Luisa Facino de Ripamonti, Juan Abele la verja del frente, el doctor Francisco Lorenzatti el piso granítico, Marcelino de Micheli el zócalo de granito negro, y Miassi y Lorenzatti la maquinaria y sistema de relojes.

También hicieron importantes donaciones las familias Abele, Ferrero, Albrecht, Inwinkelried, Zimmermann, entre otros. El costo estimado fue de 250.000 pesos.

“La catedral de Rafaela, tanto en su composición cuanto en los materiales empleados, es ecléctica aunque con cierto predominio del arte románico. Las formas ornamentales preferidas fueron las geométricas, zoomorfas y fitomorfas. Esta última se aplica especialmente en los capiteles de los pilares de la Catedral. La planta de nuestra Catedral está organizada en forma de cruz latina con tres naves longitudinales cruzadas por un transepto y articuladas en el crucero”, opinó técnicamente el arquitecto Jorge Garrappa en su investigación realizada sobre el templo mayor de la diócesis de Rafaela.

Cronología de los hechos

El 17 de abril de 1907 se había formado la comisión pro-templo, presidida por Faustino Ripamonti al frente de 16 notables personalidades de la ciudad: Bruno Zaballa, Cesar Gauchat, Luis Tettamanti, Juan Operto, Juan Abele, Antonio Chiaraviglio, José Buffa, Cipriano Bigo, José Podio, Blas Olivero, Guillermo Vincenti, Jeremías Eggel, Federico Inwinkelried, José María Williner y Domingo Baronetti.

La piedra fundamental del nuevo templo fue colocada el 24 de octubre de 1908. Durante ese año el párroco Dimas Mateo hizo las averiguaciones sobre el resultado de la construcción metálica y en cemento armado de otros templos, resolviéndose finalmente hacerla en ladrillo. Los planos definitivos del edificio fueron realizados por el arquitecto Domingo Tettamanti en 1909, quien tuvo a su cargo la dirección de la obra y la ejecución estuvo a cargo del contratista Carlos Nicolini e hijos.

El 2 de abril de 1910 se encomendó la demolición del antiguo templo y la construcción del nuevo a través del citado Nicolini. Su participación se extendió hasta agosto de 1915.

Se habilitó públicamente para el oficio de ceremonias religiosas en 1914, no contando en ese entonces con la torre y el revoque exterior. La colocación de pisos del bautisterio y la sacristía, así como los revoques del bautisterio y puerta lateral estuvieron a cargo de José Inardi, cuyos trabajos se realizaron entre 1919 y 1920.

Los años siguientes, de 1921 a 1922, Oscar Heyer realizó los adornos en yeso general y los 16 bajo-ménsulas. También se hizo la construcción de la bóveda y el revocado faltante en 1922.

Al año siguiente, la reforma de la portada fue ejecutada por la empresa constructora de José Nidasio. La colocación de las balaustradas de mármol de carrara del comulgatorio, pisos y zócalos estuvieron a cargo de Arnoldo Dellasanta.

En 1924 la instalación eléctrica fue realizada por M. Molinero. En 1924 el estudio Chizzali, de Buenos Aires, realizó los retablos e imágenes que se ubican en los altares menores, incluido la del patrono San Rafael.

En julio de 1926 llegaron tres confesionarios de roble americano construidos por Domingo Ferri en la ciudad de Santa Fe. En 1927 se fabricaron las campanas en la empresa «F. Barigozzi» de Milán, Italia, por cuenta de Eduardo Ripamonti-Teresa Franchino de Ripamonti y Luis Pedro Conosciuto-Josefina Marellin de Conosciuto.

El 13 de diciembre de 1929, Luisa Facino de Ripamonti contrató a Carlos Mai para construir la torre de 47 metros. En julio de 1930 el «campanile» estuvo terminado y el 14 de agosto del mismo año, Luisa Facino junto a su apoderado Eduardo Ripamonti contrataron a los arquitectos Gerbino, Swartz y Ocampo de Rosario para el revoque del frente. En agosto de 1930 se adquirió a la Marmolería Degiovanni y Tuccio de la ciudad de Rosario la pila bautismal de mármol de carrara.

En todo ese tiempo supervisó los trabajos personalmente el reverendo Dimas Mateos, quien tuvo la satisfacción de ver a través de los años la obra finalizada.

Entre 1931 y 1934 Félix Giorgi se ocupó de la construcción de la reja de hierro forjado – donada por Francisco Abele- que cierra el pronao, la puerta de frente y los dos ángeles de bronce del portal.

El 27 de octubre de 1936 tuvo lugar la solemne bendición de las campanas donadas por Eduardo Ripamonti y su esposa Teresa Franchino de Ripamonti, quienes apadrinaron la ceremonia, presidida por el arzobispo de Santa Fe Nicolás Fassolino.

Las campanas procedieron de la fundición de Barigozzi Hnos. de Milán y pesaban 420 y 220 kilos cada una. Ambas llevaban el nombre de sus donantes. También se desarrolló una procesión religiosa con la participación de autoridades provinciales y locales, y numeroso público. Casi 9 décadas después, estas campanas siguen resonando para la indicación de la hora, el inicio de misas y otras ceremonias religiosas, escuchándose a varias cuadras del centro histórico.

En 1939 el presbítero Emiliano Cerdán, sucesor de Dimas Mateos, obtuvo la donación del reloj de la torre por parte de los esposos María Meassi y José Lorenzatti.

Por otro lado, debido al ascenso de las napas freáticas, que afectó a muchos edificios de la ciudad a un alto riesgo de colapso estructural, entre ellos a la Catedral, entre 1987 y 1989, el entonces obispo de Rafaela Héctor Romero junto al párroco Idelso Re y la comisión “Amigos de La Catedral”, presidida por el industrial Armando Williner e integrada por el CPN Néstor Leonardi, Cayetano Colsani, Esc. Horacio Alemandi, Francisco Licinio, Dr. Omar Vecchioli, Sola y Mandrile y la dirección técnica a cargo del ingeniero Homero Ingaramo y del citado Garrappa, llevaron a cabo obras de mantenimiento extraordinario de la Iglesia debido a los agrietamientos originados por el asentamiento de sus cimientos, apoyados a una profundidad de 1,70 m bajo la nave y 3,35 m bajo el campanario. El 24 de octubre de 1989 fueron inauguradas estas obras de recalce de cimientos, remodelación del altar y refacciones en general con resultados altamente satisfactorios.

Entre 1987 y 1989 se realizaron obras de recalce de cimientos.

“Desde 1986 estuve trabajando en la Catedral y escribiendo desde 1999 sobre la documentación a la que pude acceder durante más de 20 años, con el asesoramiento del obispo Romero hasta su muerte, haciendo la tumba de Romero en la Catedral mientras se desarrollaban las exequias. En 2011 el Colegio de Arquitectos me publicó el libro ´Los secretos de la Catedral´ y durante el acto de presentación entregué, bajo inventario, el conjunto de planos originales existentes al obispo Carlos Franzini. En el ínterin realice la capilla del santísimo sobre el costado este del presbiterio”, destacó Garrappa ante la consulta de este cronista.

El anterior templo

El 14 de marzo de 1903 la Comisión de Fomento remitió una nota al cura párroco Dimas Mateo (asumió el 4 de agosto de 1901) por el cual el día 11 Federico Agardh (vocal del Departamento de Ingenieros de la Provincia) practicó una minuciosa inspección en esta Iglesia (fue construido en 1887), tomando conocimiento de su estado. Agardh elevó el informe técnico al Ministerio de Gobierno, aconsejando las medidas urgentes para la seguridad del edificio.

El anterior templo fue construido en 1887 y clausurado en 1903.

El presidente de la Comisión de Fomento Luis Tettamanti solicitó a Dimas Mateo «proceder a la clausura del templo y a su apuntalamiento hasta tanto se practiquen las obras que garanticen su perfecta solidez. Esto tiende a evitar mayores deterioros y peligros para el cumplimiento de la disposición que solicita esta Comisión», dice la nota del 19 de marzo.

Ese mismo día, la Comisión de Fomento también envió una nota al Ministro de Gobierno de la provincia: «De acuerdo con las conclusiones el citado documento, esta Comisión en interés de resguardar la seguridad pública ha ordenado al cura párroco la clausura y apuntalamiento del templo a su cargo dentro del término de 5 días, poniendo en conocimiento del término a usted para los efectos que corresponda».

Fuentes: Garrappa, Jorge, investigación “Los secretos de la Catedral”, 2011; Copiador de notas de la Comisión de Fomento de Rafaela en el AHMR; El cofre de Lorenzo (Inardi) en los suplementos Tiempo de Hogar de La Opinión, 20 y 27 de junio y 4 de julio de 1999; La Opinión, revistas, 1971 y 1996.

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