Por Emilio Grande (h.).- Por decreto del gobernador de la provincia, doctor Manuel J. Menchaca, el 26 de enero (una calle lleva ese nombre en el barrio Mosconi) de 1913 Rafaela fue declarada ciudad al reunir los requisitos necesarios para ello, teniendo una población de 8.242 habitantes, según el censo del 31 de diciembre de 1912. Refrendaron la disposición los ministros de Gobierno, Antonio Herrera; de Instrucción Pública, Manuel Mántaras; y de Agricultura, Enrique M. Mosca.
Atrás quedaron los 32 años del comienzo de la fundación-formación del pueblo y de esta manera se iniciaba el nuevo proceso de la localidad. Las funciones institucionales de la Comisión de Fomento finalizaron el 26 de enero, creándose la Municipalidad de Rafaela.
Manuel Giménez, que era presidente de la Comisión de Fomento, fue designado primer intendente en el nuevo proceso institucional, como así también se nombró una Comisión Administradora y se convocó a los vecinos a inscribirse en el Registro Cívico.
Giménez era argentino de 49 años, perteneciente al grupo de profesionales. No era un viejo poblador, fue elector de gobernador de 1912, ocupó cargos en el Comité Radical de Rafaela, estaba adscripto a la escribanía del radical menchaquista Pablo César y pertenecía a la Logia Masónica “La Antorcha”.
Para festejar la declaratoria de la ciudad, estuvo presente el gobernador Menchaca, acompañado por miembros del Poder Ejecutivo provincial, desarrollándose numerosos festejos los días 25, 26 y 27 de enero.
El día 26 el gobernador Menchaca firmó el decreto, elevando a Rafaela a la categoría de ciudad: “(…) que habiendo sido aprobado por decreto del 31 de diciembre último, el censo levantado por la Comisión de Fomento de Rafaela, por el que se declara esta localidad incluida entre los centros urbanos que tienen derecho al régimen comunal y, en atención a su desarrollo y progreso económico alcanzado, el gobernador de la Provincia decreta: Artículo 1º) Elévase a Rafaela a la categoría de ciudad. Artículo 2º) Dése cuenta oportunamente a la Honorable Legislatura, comuníquese a quienes corresponda e inscríbase en el Registro Oficial”.
Después la comitiva oficial se dirigió hasta la plaza donde Giménez dio la bienvenida al primer mandatario provincial y sus colaboradores: “Su comercio, su población (…), las importantes vías férreas (…) sostienen con su poderosa influencia y actividad el desarrollo interno, el intercambio de productos y el comercio fructíferos con otros medios”. En el transcurso del emotivo acto, también dirigió un discurso el gobernador Menchaca.
Entre los actos se realizó la colocación de la piedra fundamental para construir el monumento a Guillermo Lehmann (fundador-formador de Rafaela) en el bulevar homónimo.
El movimiento para que se lograra el gobierno municipal produjo algunas resistencias en sectores de la población rafaelina por temor al aumento de impuestos que la nueva situación institucional pudiera traer aparejada.
Como contrapartida, las gestiones realizadas por los dirigentes políticos del radicalismo rafaelino tuvieron un papel protagónico y el gobierno provincial evidenció una voluntad política para concretar el proyecto.
En aquella época, se desempeñaban como legisladores por el departamento Castellanos Carlos Suter (h.), senador; y Rafael Fouguere y Fructuoso Portorreal, diputados provinciales. Además, Juan Beaupuy era jefe político (cargo que hoy ocupa el jefe de Policía).
Cuando se creó el Municipio local, todavía no era posible que funcionara el Concejo Deliberante, debiendo sus miembros ser elegidos por la ciudadanía. Por este motivo, se eligió el 31 de agosto de 1913.
La Comisión Administradora tuvo funciones referentes a las elecciones para formar el primer Concejo Deliberante. Sus miembros eran los mismos que los de la Comisión de Fomento, que había finalizado el 26 de enero, con excepción de Giménez, en cuyo lugar se incorporó a Eduardo Oliber. La misma estuvo integrada por José María Podio, Carlos Bonazzola, Martín Martinetti, Calesancio Stoffel y el citado Oliber.
El primer Concejo Deliberante
Eduardo Chiarella, Emilio Galassi, Antonio Cossettini, Carlos Mognaschi (parados), Manuel Giménez y Nicolás Gutiérrez.
Al momento de crearse el Municipio de Rafaela no era posible que funcionara el Concejo Deliberante porque sus miembros debían ser elegidos por la ciudadanía; esta realidad se produjo el 31 de agosto de 1913. Ese día se realizaron las elecciones municipales, donde el voto fue secreto, individual, no obligatorio y sobre la base del Registro Cívico Municipal (RCM).
En 1913 el número de inscriptos en el RCM significaba el 2,79% (230 habitantes) de la población total de Rafaela (8.242 habitantes al 31 de diciembre de 1912), pero votaron 181.
“Esta elección demuestra que el pueblo de Rafaela recién empieza a comprender lo que es tener que gobernarse así mismo (…) Aprenderemos (…) lo que es la vida cívica”, comentaba el corresponsal del diario Santa Fe en nuestra ciudad, en su edición del 3 de setiembre de 1913.
La participación en los comicios municipales fue escasa. En parte se debió a las restricciones que imponía el sistema electoral empleado, pero también se observa indiferencia cívica, problema que tiene que ver con un proceso de escasa participación. La posibilidad de elegir al gobierno municipal no generó en los rafaelinos demasiado entusiasmo y los extranjeros no hicieron total uso de la posibilidad que la ley les brindaba.
En las elecciones municipales del 31 de agosto de 1913 resultaron electos los concejales Emilio Galassi, 98 votos; Eduardo Chiarella, 95; Carlos Mognaschi, 112; Antonio Cossettini, 81; Nicolás Gutiérrez, 102.
El sistema de votación era uninominal (por tachas) y no por partido político, no existiendo el sistema de boletas sábanas. El primer Concejo fue presidido por Gutiérrez y actuaron como secretarios Luis Hayer y Conrado Cabrera.
“Autorizase al DE para contratar con el señor José Paviolo el alquiler de su propiedad ubicada en la avenida Centenario (hoy bulevar Yrigoyen) esquina Vélez Sarsfield para instalar en ella las oficinas de la Municipalidad”, dice el artículo 1° de la ordenanza N° 2.
En setiembre de 1913 se produjo un enfrentamiento entre los concejales y el intendente Giménez, cuya disputa se relacionó con la nacionalidad (designar a una calle con el nombre de Italia), en una comunidad en la que los extranjeros estaban en pleno proceso de asimilación.
Fuentes: Vincenti, María Inés, “La vida municipal en Rafaela. Un inicio conflictivo. 1913-1915”, 1º Jornadas de Historia Regional, 1988; Bianchi de Terragni, Adelina, “Historia de Rafaela”, 1971; Culasso, Analía: “La participación de los comerciantes en la comunidad rafaelina”, ISP N° 2 “J.V. González”, 1987; La Opinión, “75 años en el corazón de la ciudad”, 1996; La Capital de Rosario, 27 de enero de 1913, y Ordenanzas del Concejo Deliberante, N° 1 al 200, tomo N° 1, en el Archivo Histórico Municipal de Rafaela.