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Rubén Tosolini: «Se necesita trabajar a nivel de gestión de una cuenca»

Por Emilio Grande (h.).- El ingeniero y geólogo de la EEA INTA Rafaela Rubén Tosolini (profesional con orientación en el tema de agua para ganadería y suelos) ofreció la charla “Anegamientos en el centro de Santa Fe”, en el Salón Centenario de la Sociedad Rural de Rafaela, organizada por GAMA. La apertura estuvo a cargo de María del Carmen Ruffino, presidente de la citada entidad. Se trata de una problemática que preocupa no sólo al sector sino a toda la población de esta región, pero no fue aprovechada por un público masivo, ya que hubo medio centenar de asistentes en la tarde de anteayer.
En la oportunidad, abordó cuatro ejes: catarsis profesional y social, qué nos está pasando y qué se puede hacer. También cuáles fueron las principales causas del ascenso generalizado del nivel freático en nuestra zona, cuáles son las responsabilidades de cada actor del sector agropecuario y la discusión acerca del uso que debemos dar al suelo acorde a estas realidades hídricas.
«Es tratar de llevar alguna idea aproximada de lo que está sucediendo en la región. El tema de los anegamientos es bastante complicado, de una solución no tan fácil que no está en el corto plazo. Lo más importante de todo es tratar en la medida de lo posible es marcar bien cuáles son las implicancias de cada uno de los actores que trabajan en el territorio: gobiernos nacional, provincial y comunales, e instituciones como la Rural y el INTA, el trabajo de tranqueras adentro. Es un problema muy serio porque somos corresponsables de lo que nos está pasando y también de la solución; hay que tratar de tomar medidas que minimicen esta situación. Lo que me está preocupando mucho es cómo vamos a entrar en el otoño-invierno del año que viene, venimos en los últimos tres-cuatro años con situaciones muy críticas, con napas muy altas y el fenómeno persiste», destacó previamente el disertante, en una improvisada conferencia de prensa.

¿CUALES FUERON LAS CAUSAS?
En el desarrollo de la exposición, Tosolini abordó anegamientos-acuífero libre (napa) con aportes para comprender la situación actual. ¿Por qué “nuevamente” sufrimos anegamientos? ¿Cuáles fueron las causas?
¿Qué es el acuífero libre (napa)? Es una formación geológica parcial o totalmente saturada con un substrato relativamente impermeable y el límite superior es libre y sometido a la presión atmosférica. La profundidad a la que se encuentre en las perforaciones o pozos pueden tener ligeras variaciones de acuerdo a la presión atmosférica.
Acuífero libre (napa): “masa de agua subterránea que tiene un movimiento vertical preponderante y un desplazamiento horizontal muy lento”. La “napa” es una “caja negra” desconocemos gran parte de su “funcionamiento”.
Marco legal: ¿quién es dueño del agua de lluvia? Según el artículo 238 del nuevo código civil y comercial unificado, «los bienes que no son del Estado nacional, provincial, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o municipal, son bienes de los particulares sin distinción de las personas que tengan derecho sobre ellas, salvo aquellas establecidas por leyes especiales».
Respecto a la recepción de agua, arena y piedras, el citado código en el artículo 1976 establece que los terrenos inferiores deben soportar las aguas que provienen de los terrenos superiores, sea que se trate de aguas de lluvias o de fuentes o de manantiales. Entonces, el propietario de los bajos (terrenos inferiores) no debe impedir la recepción «natural».
En la provincia de Santa Fe están las leyes 11.730 categorización de las zonas inundables, uso, etc., y 12.081 resolución de situaciones conflictivas, pero falta una ley de agua cuyo proyecto se encuentra en la Legislatura: en el borrador incluye las obras sin autorización: la autoridad de aplicación está facultada a remover, modificar, demoler, cegar las obras con efecto hidráulico cuando estas se han ejecutado sin autorización (artículo 96); y libre acceso a las aguas públicas: prohíbese poseer o colocar obstáculos que afecten el libre acceso a las aguas o que crucen un cauce público (artículo 112).
Pero una vez que se infiltra y pasa a ser agua subterránea, en su artículo 41 de la Constitución Nacional de 1994 establece que los recursos naturales son de dominio originario de los Estados provinciales.
¿Qué podemos hacer? Monitoreos regional y local del nivel freático (NF), sistemas productivos dinámicos. ¿Profundidad de monitoreo? Profundidad de las raíces de cultivos: trigo de 0,7 a 1,5 metros (alguna bibliografía habla de hasta 3 m); maíz de 1,5 a 2 metros; soja de 1,3 a 2,3 metros; girasol de 2,5 a 3 metros; alfalfa hasta 5 metros, puede ser un poco más. “Depende de muchos factores”.
Adecuación de la infraestructura interna (vial), corregir desniveles (acción antrópica) lotes tipo «palangana», anegamientos prediales: “reticulado o enrejado” «sobre invertido», alcantarillado, replanteo de los potreros,
organismos nacionales y provinciales: la visión de “cuenca” gestión-gobernanza. En un momento determinado: «tenemos que llevarle agua al canal», caminos rurales: situación ideal. Debemos saber que un volumen
de agua va a seguir quedando en el campo.
Comentarios generales: amplias regiones afectadas por la cercanía del NF, muy difícil que el NF baje a profundidades que puedan ser consideradas de bajo riesgo en el corto plazo. Sistemas de producción agropecuarios
que se“acomodan”a valores de PP (solo precipitaciones) cercanos o menores a la media histórica. Con un desafío técnico importante en lo inmediato, producir el mayor consumo de agua posible con la menor de las precipitaciones. Con un desafío “social” importante en lo inmediato, “solidaridad hídrica” y compromiso de todos los actores del territorio.

MUCHO CULTIVO DE TRIGO
Este cronista le preguntó cuáles son los lugares más conflictivos del departamento Castellanos, respondiendo que «casi la mayoría del Departamento tiene afectación. Hacemos un monitoreo del nivel freático y son muy pocos los lugares donde está la napa relativamente profunda, un 1,5 m o 2 m de profundidad. El grueso del Departamento está con napas que andan entre 0,50 a 0,90 m; esto antes de las lluvias de fin de octubre, lo cual el panorama debe ser más delicado. A favor hay mucho consumo y mucho cultivo de trigo con lo cual eso favorece».
-Respecto a lo distintos actores nacionales, provinciales, comunales, las entidades y los productores, ¿cómo trabajar por el bien común porque emergen las peleas por la falta obras y el agua que viene de Córdoba?
-Lamentablemente, requiere de mucho tiempo, se necesita trabajar a nivel de gestión de una cuenca, hoy en día se usa gobernanza, pero se tiene que manejar integrada la cuenca. Necesitamos comités de cuenca que estén pensando con futuro y trabajo armónico; productores que entienden el por qué y el para qué de ciertas obras; las obras hidráulicas no van a solucionar el problema, es una herramienta más que va a minimizar pero no es la solución. Es un trabajo de concientización, que lleva mucho tiempo, todos los actores tienen que entender para qué y por qué de muchas cosas; y nos tiene que ayudar un poco la naturaleza para hacer algunas obras y tomar decisiones. Es un tema delicado y tiene mucho trabajo de territorio. Hace 2 años que doy estas charlas para que la gente empiece a pensar de cómo podemos salir de esto, con algunas herramientas para que los ayude a pensar que se puede hacer, cuándo, cómo, que y van a aportar a un todo. Necesitamos a todos los actores, si alguna de las patas me faltan, voy a volver a tener problemas en el territorio.

Fuente: diario La Opinión, Rafaela, 9 de noviembre de 2017.

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