Por María Inés Adorni.- ¿Por qué nos gana el miedo? Falta de fe. El nos dio la vida, nos cuida y protege, por eso yo…..
A la mañana yo dirijo mi oración dando las gracias a Dios que ha sido y es mi única esperanza. Por la mañana yo lo invoco con mi alma. Y le suplico que me dé su paz y su calma
Él nos escucha porque nos ama tanto. Y nos alivia de cualquier duda y quebranto. Nos da su mano poderosa y fuerte, para librarnos de todo mal y de la misma muerte.
Cuando la noche se aproxima con su luna, yo elevo mi oración y mi alma agradecida. Siento su paz dulce y grata porque temores y ansiedad Cristo los mata. También elevo mi música y canto al cielo.
Cuando a mi tierra baja la noche y las estrellas, el sol se oculta, pero queda Cristo. A quien mis ojos en mis sueños han visto. Señor te doy las gracias por tanto. Por cada amanecer. Y por cada anochecer. Veo en la cruz la sangre de sus manos que brotaron. Veo la sangre brotando de su costado
Una corona de espinas en su frente. Y la multitud insolente, pero qué paz y dicha cuando al cielo subes, lleno de gloria y majestuosa divinidad. Allá en el cielo nos está esperando, mientras aquí yo le sigo amando. Yo le sigo amando. Sembrando semillas de fe.
