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Restaurando nuestra alma: perfuma con tu influencia la sociedad

Historia del perfume » Fundación Academia del Perfume

Por María Inés Adorni.- Queridas almas: ustedes son la sal de la tierra, pero si la sal se vuelve insípida, ¿cómo recobrará su sabor? Ya no sirve para nada…Ustedes son la luz del mundo… (Mateo5:13 y 14, NVI).

Cuando caminamos en la vida, en las distintas esferas en que nos movemos, vamos dejando nuestra influencia. Cuanto mayor tiempo pasamos junto a una persona o un grupo de personas, mayor es la influencia que ejercemos sobre ellos.

Influir se refiere a los efectos que una cosa produce sobre otra o una persona sobre otra.

En otras palabras, la influencia es la capacidad de modificar las percepciones de los demás.

Es fuerte este concepto teniendo en cuenta que otras personas pueden tomar decisiones que van a modificar su vida, en base a los comentarios, las expresiones o actitudes que han visto en nosotros. Jesús dice que somos como la sal que saboriza, que somos como la luz que ilumina.

Creemos la libertad de expresarnos o actuar, pero resulta ser que nada que lo que hagamos nos afecta solo a nosotros. Alguien estará observando, alguien escuchará nuestras palabras positivas, negativas, de resignación o de lucha, alguien verá nuestra actitud, alguien verá nuestra experiencia.

Todas nuestras acciones, las deliberadas o las expontáneas, tienen una influencia positiva o negativa sobre los demás. Cuando comprendamos esta realidad, puedo elegir ser una buena influencia para los demás.
Puedo elegir ser luz, como el deseo de Jesús.
Sembrando semillas de fe…

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