Por Emilio Grande (h.).- Recientemente, estuvo en el Colegio San José de Rafaela la Lic. en Psicología y Máster en Educación Familiar Liliana Olivieri de Pérez Bicecci de Rosario, quien disertó sobre «Características evolutivas de nuestros hijos. Rol de autoridad de los padres».
«Quiero despertar en los padres la responsabilidad como primeros y exclusivos educadores de sus hijos porque hicimos un corrimiento y generamos una fantasía en las instituciones educativas para que sean ellas quienes los eduquen y no lo pueden hacer porque es complementaria y subsidiaria a la labor que hacen los padres. Y si los padres dejan ese lugar vacío en el amor incondicional de sus hijos como en la administración de límites, queda el psiquismo desorganizado porque estos lineamientos los recibimos exclusivamente de nuestros padres por el vínculo que nos une», expresó la visitante durante una entrevista con este cronista.
-Hubo cambios de paradigmas desde hace unos 30-40 años con la aparición de las nuevas tecnologías, falta de límites, no respeto a la autoridad. ¿Cómo deben actuar los padres frente a estos cambios?
-Durante 100 años han tenido muchas conceptualizaciones erróneas de la Psicología, con conceptos como traumatizar, reprimir, doblegar, situaciones de mucha aversión con respecto a la palabra autoridad que deviene del autoritarismo, generando inseguridad, caos y no hace personas firmes. Pero hacemos la reacción, buscando el equilibrio somos pendulares y nos vamos al otro extremo, cayendo en el permisivismo que genera caos y desorden. Si pensamos en la situación del país, la injusticia y el desorden generan un caos en donde la persona se siente insegura, así se sienten los hijos cuando los padres no administran bien un «norte» que son pequeñas claridades y metas que van poniendo a sus hijos que les avisan por dónde tienen que ir y por dónde no. Y los hijos que no tienen criterios se van sintiendo seguros.
-Esto está relacionado con la cultura política argentina con tantas décadas de autoritarismo y luego 30 años de democracia. ¿Cómo buscar un equilibrio?
-Estamos en el péndulo: pensamos que del autoritarismo salimos a partir del caos y no es así, nos sentimos totalmente inseguros. Salimos con un equilibrio, ni autoritarismo ni permisivismo sino con padres equilibrados, un orden social, justicia, el equilibrio tan deseado al que no accedemos; en muchas situaciones se dan cuestiones pendulares. Por ejemplo, de las dietas restrictivas totales: 10 días comiendo 500 calorías, pero cuando largás la dieta te comés una torta entera y engordás 5 kilos. Lo pendular jamás ayuda en nada. Como los padres dejaron tantos lugares vacíos ahora tienen que salir a recuperar, reparar, curar heridas y a captar a los hijos porque hubo un desbande; tienen que recuperar a sus hijos que tienen actitudes e inconductas extremas.
-¿Por qué son tan importantes los parámetros educativos el estudio, el deporte, la disciplina, la amistad y los vínculos?
-Te van dando la pauta que el niño como un adolescente va creciendo sano y seguro. El estudio porque es un foco que hace florecer muchas virtudes humanas: la laboriosidad, la responsabilidad, la inteligencia, la voluntad, que se van a instalar en el psiquismo y favorece la autoestima; se fortalece el autodominio y la autonomía. El chico que hace deportes: resistencia a la frustración, voluntad, autoestima. Que muestre una disciplina que da datos de una mínima adhesión a la norma porque el mundo tiene normas; si no me han podido detener mis padres con dulzura me detendrá la sociedad o como decía Michel Foucault «la cárcel o el loquero». Cómo se dirige con sus compañeros y amigos y, por último, cómo se dirige jerárquicamente con los adultos, que haya una diferenciación entre él y sus padres, sus abuelos, sus profesores, sus directivos, porque ese niño-adolescente cuando vaya a trabajar a un hospital tendrá una jerarquía y no será echado.
-¿Qué espacio tiene la comida en familia y desprenderse de la TV, el celular y la computadora?
-La comida familiar es un punto de encuentro y tenemos que cuidar, que no haya discusiones, retos, no sea aprovechada para aleccionar y todos pongamos buena voluntad para compartir. Estamos hiperenchufados e hiperconectados y el esfuerzo hay que hacerlo desde los padres que no pueden cortar con el trabajo, la computadora y el celular. Qué podemos esperar de los adolescentes que «whatsappean» todo el día si los padres no podemos dejar de mirar el informativo.
