Recuperar Malvinas incluye a los malvinenses

Por Emilio Grande (h.). Se trata del editorial del programa «Sábado 100» por radio Sol Rafaela (FM 90,9). Se cumplió un nuevo aniversario en recordación del Día del Veterano y de los caídos en la guerra de Malvinas de 1982, que llevó delante de manera unilateral el entonces presidente militar Galtieri, dejando secuelas todavía después de 32 años.

No hay que olvidarse el contexto: era el final de la dictadura militar que había hecho desastres en materia de derechos humanos, en la economía nacional, con inversiones faraónicas como la construcción de los estadios para el Mundial 78 y como manotazo de ahogado no tuvieron mejor idea que conquistar las islas Malvinas a través de la invasión y no por la vía diplomática.

Pero el enfrentamiento fue con Inglaterra, una de las potencias mundiales en flota mercante y contando como aliado al imperialismo de los Estados Unidos, de eso no hay que olvidarse para saber quién es cada uno en el concierto internacional.

Lo tragicómico fue que durante varios días la guerra la ganaba Argentina según la información del gobierno militar y de la noche a la mañana se rindieron las tropas argentinas el 15 de julio de ese año.

Quien puede negar que las Islas Malvinas y los demás archipiélagos del Sur deberían estar bajo territorio argentino por presencia histórica desde el siglo XIX hasta nuestros días. En 1820 habían pasado a la soberanía argentina y en 1833 fueron ocupadas por las tropas británicas. A pesar de los constantes reclamos argentinos, continuó en calidad de colonia imperial. En 1981 la asamblea legislativa de las Malvinas votó a favor de la continuidad de la soberanía británica.

No hay que olvidar que varios gobiernos del Reino Unido se encargaron de dominar a las islas, designando un gobernador y generando una cultura inglesa en ese lugar. Claro hay intereses geopolíticos con la instalación de una base militar para un eventual conflicto mundial y, al mismo tiempo, hay riquezas económicas especialmente por ser una zona pesquera de importancia regional.

Los reclamos se deben hacer por la vía diplomática y no llevándose al mundo por delante. A pesar de las negociaciones de los últimos años, hasta el presente se ha logrado poco y nada. Habría que buscar mecanismos legales para compartir la soberanía, por lo menos así reconocer que Argentina también tiene derechos en las Malvinas. Además, hay que tener una política de reinserción social de los sobrevivientes porque le quedaron problemas sicológicos y no pocos se suicidaron.

La recuperación de las Malvinas es un objetivo permanente. Se logrará si respetamos también a los malvinenses y a las opiniones diversas sobre este tema conflictivo.

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