Por María Paz Caruso.- Cada sociedad tiene una impronta y una estrategia diferente a la hora de tratar los residuos que produce. Lo que está claro es que cualquier modelo de gestión implica un compromiso de los distintos niveles del estado y de la comunidad en general.
Es una cadena compleja, donde todos los eslabones cumplen un rol fundamental, y si alguno de ellos no responde a su función, el recorrido se corta. En este día, la intención es hacer hincapié en los recicladores urbanos, que son las personas que inician el proceso de valorización de los materiales.
Lo que para la mayoría de la población es basura, para ellos es un insumo básico. Si el material ingresa a la planta de tratamiento correctamente separado y dispuesto, o es entregado a operadores habilitados, los recicladores comienzan con su rol separándolos por tipo de material, por ejemplo plástico, papel, cartón, vidrio, para luego acondicionarlo y comercializarlo. Posteriormente ingresan a la industria del reciclado y se transforman nuevamente en materia prima de un nuevo proceso productivo. Esta breve descripción simplifica lo que sería el modelo de economía circular.
En Rafaela
Nuestra ciudad es un ejemplo y referente de este proceso gracias a la aplicación de un modelo eficiente de gestión. Y en él, sin dudas, se destaca la figura de los recicladores. En Rafaela existen tres cooperativas que agrupan más de 70 personas que realizan día a día esta tarea y que hoy queremos reconocer.
Son actores fundamentales de este modelo público de gestión de residuos, por el que Rafaela ha sido reconocida y premiada por distintos organismos provinciales y nacionales, como así también visitada por países limítrofes para conocer cómo es el funcionamiento.
A lo largo de los años su productividad ha ido creciendo, superando el recupero de más de 320 toneladas mensuales de residuos, vinculándose con la sociedad y empresas de Rafaela que encuentran en ellos aliados a la hora de aportar al cuidado del ambiente.
Mirada social
Este sistema responde a un modelo que prioriza la contención y mirada social sobre su trabajo, donde el Estado los acompaña en su crecimiento laboral como así también su formalización y contención frente al mundo del trabajo. La mayoría de sus integrantes son mujeres, jefas de familia, que lograron con la ayuda del estado, convertir una actividad informal como era en sus inicios en una organización laboral sustentada por normas legales y en constante crecimiento.
¿Cómo podemos ayudarlos?
Como ciudadanos y parte de este proceso, es importante que hagamos nuestro aporte, porque de allí proviene su sustento económico. Para esto debemos:
separar los residuos (recuperables/ no recuperables y biodegradables);
sacarlos correctamente a la vía pública en los días y horarios establecidos; aprovechar otros servicios de disposición de residuos como los son los ecopuntos, la recolección de patios y la recolección especial de papel y cartones; interiorizarse del trabajo que hacen los recicladores y transmitirlo al resto de la comunidad, para que más personas se sumen al sistema.