Reclamo en favor de la libertad de prensa

Lo hizo la Academia de Ciencias Morales

La Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas reclamó el respeto de la libertad de prensa, a la que definió como «la herramienta indispensable que permite el desarrollo del disenso civilizado y la tolerancia».
En una declaración, la entidad advirtió que las autoridades tienen la misión de respetar «el espacio inviolable para la más amplia discusión sobre los temas de interés público e institucional, incluyendo las críticas o elogios que se puedan emitir sobre la cuestión gubernamental».
El pronunciamiento cobra especial relevancia en momentos en que el país atraviesa situaciones que afectan la plena vigencia de la libertad de prensa, según lo han advertido instituciones nacionales e internacionales.
El texto completo de la declaración es el siguiente:
«La Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas, preocupada por los sucesos ocurridos en el país y en el exterior que afectan el ejercicio de la libertad de prensa, se ha abocado al estudio de tal situación y en consecuencia ha llegado a las recomendaciones que se resumen a continuación.
«I. El amplio reconocimiento de la libertad de prensa es una de las conquistas más importantes obtenidas por los pueblos en el curso de su permanente lucha por la dignidad y la vigencia de los derechos inherentes a la condición humana. Presupone la coexistencia de las más variadas opiniones que se reflejan en múltiples e independientes medios de prensa, porque es indudable que la prensa libre florece en el terreno fértil forjado por la libertad, y en particular, por el ejercicio irrestricto de la libertad de expresión.
«II. La prensa libre, fruto del pluralismo que impera en una sociedad democrática, es la herramienta indispensable que permite el desarrollo del disenso civilizado, la tolerancia y el respeto recíproco. Eslabones de un estilo de vida en el cual el debate de las ideas erradica la violencia y las vías de hecho generadas por la intransigencia autocrática.
«III. Quienes desempeñan la función pública deben comprender y aceptar que, además de ejercer con eficiencia los cargos a los que accedieron voluntariamente para satisfacer el bien común, tienen que asumir la carga democrática que ellos conllevan respetando, sin descalificar el desacuerdo, la disparidad de opiniones, el derecho a la información del pueblo y la ética republicana impuesta por la convivencia democrática.
«IV. Asimismo, cuando aquellas opiniones recaen sobre la actuación de los gobernantes, corresponde respetar el espacio inviolable para la más amplia discusión sobre los temas de interés público e institucional, incluyendo las críticas o elogios que se puedan emitir sobre la cuestión gubernamental.»
Fundada en 1938, la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas es presidida por el doctor Gregorio Badeni. Lo acompañan Alberto Rodríguez Varela, Hugo O. M. Obiglio, Jorge Emilio Gallardo, Isidoro J. Ruiz Moreno, Horacio Sanguinetti, Jorge Reinaldo Vanossi, Bartolomé de Vedia, Félix Luna, Juan R. Aguirre Lanari, Carlos Floria, Horacio García Belsunce, Miguel Padilla y Víctor Massuh, entre otros miembros de número de la institución.

Fuente: diario La Nación, Buenos Aires, 29 de julio de 2005.

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