Por Pablo Gallardo.- Otro año más celebrando la vida, celebrando la presencia de María del Rosario de San Nicolás entre nosotros. El grupo de «Peregrinos sobre ruedas», bajo el lema «Totus tuus» (Todo tuyo), partió desde nuestra ciudad rumbo al santuario de Nuestra Señora del Rosario San Nicolás para celebrar, una vez más, su presencia entre nosotros.
Fuimos 16 ciclistas peregrinos, 14 de la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe y 2 amigos de la Sociedad de Espiritismo Verdadero, conformando una hermosa peregrinación interreligiosa en un clima de profundo respeto y solidaridad, recorriendo 322 km y llevando cada uno en su corazón los pedidos y acción de gracias por sus familiares, amigos y miembros de su comunidad, ofreciendo con alegría el sacrificio y cansancio del viaje.
El grupo estuvo integrado por Pablo Possetto, Maximiliano Mire, Daniel Marzioni, Claudio Balzarini, Marcelo Costamagna, Claudio Laguardia, Alejandro Marzioni, Maximiliano Ponce, Héctor Hassan, Lucas Imvinkelried, Andrés Reinhartd, Ariel Iriarte, Alejandro Trucco, Ariel Bulffone, Hugo Vázquez y quien firma esta crónica.
Salimos a las 3:30 horas del sábado último con la bendición de nuestro párroco Darío Mautino desde la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, emplazada en el Balneario Municipal, como es nuestra costumbre en todas las peregrinaciones.
El recorrido se realizó bajo una noche increíble y a favor de viento, llegando a la localidad de Santa Clara de Buena Vista para desayunar, siempre acompañados por dos autos de apoyo.
Almorzamos en la localidad de Bernardo de Irigoyen en el comedor de Oscar y María del Carmen Laudatti, que desde hace tres años nos reciben con mucho amor y disponibilidad, y que en esta oportunidad se incorporó en la atención Joaquín, hijo del matrimonio. En un clima de mucha emoción realizamos un homenaje a Oscar que hace dos meses ya celebró su pascua y seguramente se encuentra junto al Señor. Queremos destacar que tanto Oscar y María del Carmen son un fruto hermoso de nuestras peregrinaciones que nos regalan cosechar amigos del camino como lo es ahora Joaquín, su hijo. Ellos nos impulsan en nuestra marcha con su calidez y generosidad.
El primer destino fue la parroquia San José en la localidad de Serodino, provincia de Santa Fe, donde el padre Emanuel, párroco del lugar, nos recibió junto a uno de sus colaboradores, Alejo, disponiendo, con mucha generosidad, todas las instalaciones de la parroquia para que estemos lo más cómodos posibles. Pasamos la noche después de pedalear 13 horas con un hermoso viento a favor que permitió disfrutar el viaje con el corazón dispuesto a encontrarnos con nuestra Madre.
El domingo a las 5:00 horas partimos al santuario y arribamos a las 12:00 horas, previo paso por la localidad de Rosario y visita al monumento de la bandera, haciendo las fotos de rigor que certifican, con orgullo, nuestro paso por semejante emblema patrio.
Al llegar al santuario fuimos recibimos por los distintos peregrinos que allí se encontraban en un aplauso cerrado y al grito de “viva María”, haciendo brotar la emoción y la alegría que se tradujeron en lágrimas tibias, algunas de desahogo, otras de alivio y otras de orgullo por el objetivo alcanzado.
Hugo Santiago, obispo de San Nicolás, quien fuera sacerdote de nuestra Diócesis de Rafaela, acercándose al grupo nos dio su bendición. Después de participar de la celebración eucarística, quienes pertenecemos al culto católico retornamos a nuestros hogares con los corazones llenos del amor de María, por la compartida fraterna y respetuosa con hermanos de otro credo, con la paz de haber cumplido el objetivo y con la promesa de volver el año que viene a encontrarnos nuevamente con nuestra Madre.