Por Emilio Grande (h.).- Este viernes 24 de octubre se celebraron 144 años de la fundación-formación de Rafaela con la velada de gala “sinfonía estéreo” en el Cine Belgrano, el acto oficial con la presencia de los granaderos a caballo también en el Belgrano y la misa en honor a san Rafael arcángel, patrono de la ciudad, presidida por el obispo diocesano Pedro Torres.
Sin embargo, todavía no se concretó un anhelo mayoritario de los rafaelinos, que este día sea feriado como lo tienen las grandes ciudades y los pueblos de la Argentina. Es increíble que todavía en 2025 esté en discusión este tema.
En esta oportunidad, tocó un día laborable y el feriado es a medias porque es nula la actividad en la administración pública en los tres niveles, el sector bancario y el nivel educativo, pero para el comercio y la industria es un día laborable más.
¿Qué dice la normativa vigente? El 28 de mayo de 1979, el entonces gobernador de Santa Fe Jorge Desimoni firmó el decreto 1435, donde declaraba “día no laborable con carácter permanente para cada localidad de la provincia el día de su santo patrono». Pero el artículo 2º es contradictorio, afirmando que “los días no laborables que se establecen precedentemente serán, sin excepción, optativos para el comercio, la industria y la banca”.
Ciertamente, es necesario que haya una ley provincial que disponga el feriado como tal. La mayor responsabilidad le cabe a la dirigencia política local, especialmente el senador Alcides Calvo (está en su banca desde 2002) y los diputados Omar Perotti, Marcos Corach, Juan Argañaraz y Gisel Mahmud para presentar un proyecto en la Legislatura provincial y convencer a sus pares sobre la necesidad de aprobar una norma en ese sentido.
¿Tan difícil es concretarlo? También se puede hacer una movida ciudadana de participación popular juntando firmas. Si alguna vez se logra ese objetivo será la oportunidad para rendir tributo al santo patrono para los que somos creyentes y a los antepasados que cimentaron la colonia desde 1881, como así también un día de descanso para reflexionar sobre los problemas y desafíos de la ciudad, de recreación familiar tan necesaria en estos tiempos y la posibilidad de participar en actividades oficiales, culturales y religiosas.
Al mismo tiempo, hay que hacer una memoria agradecida al fundador Guillermo Lehmann (cuyos restos vinieron a Rafaela hace 60 años y están en el cementerio municipal) con la empresa colonizadora, a los primeros formadores de Rafaela que fueron italianos de la Región del Piemonte, y a los forjadores y ciudadanos de a pie que cimentaron las bases del presente de la Perla del Oeste, cuyo nombre fue instituido por mi nono Rafael Actis hace 100 años.
Hablando de repensar sobre la Rafaela actual y del futuro, los reclamos más importantes de la gente son combatir la inseguridad, las adicciones que afectan especialmente a los más jóvenes, el desempleo y la pobreza, mejorar el tránsito caótico y el deficiente y deficitario servicio de minibuses, más sendas peatonales y playas de estacionamiento, continuar la obra de la autopista de la ruta 34 en el tramo Rafaela-Sunchales, el retorno de los vuelos aéreos a Buenos Aires, extender el gas natural y las cloacas, contar con un centro de radioterapia, un tribunal de cuentas para controlar al Ejecutivo, descentralizar el Estado municipal, cumplir la ordenanza de prohibición de bombas de estruendo, entre otros.
A decir verdad, desde hace años no hay una planificación prospectiva de la dirigencia en su conjunto con políticas de Estado para la gestión a largo plazo porque Rafaela está creciendo vertiginosamente en lo poblacional (hay 101.733 habitantes, según el censo de 2022) a pasos agigantados y lo más grave es que no para de crecer…
¿Están las autoridades ejecutivas y legislativas, y los dirigentes a la altura de las circunstancias o siguen anclados en el cortoplacismo coyuntural?







