Por María Herminia Grande.- La política puso las cartas sobre la mesa, en realidad, a los candidatos, cumpliéndose lo que decía el general Perón: “Todos somos peronistas”. Así lo demuestra el origen de los presidenciables con chance. Los líderes de los extremos están en el banco, incómodos con lo que pasa en la cancha. Ninguno de ellos, Cristina de Kirchner y Mauricio Macri, están contentos con la cosecha.
Macri no preparó descendencia, tal vez, repitiendo lo que hizo su padre. Apuesta a Patricia Bullrich, que no es cosecha propia, en desmedro de Horacio Rodríguez Larreta. Cristina Kirchner lo intentó, pero no resultó. Su poder menguó a manos de quien no fue su discípulo: Alberto Fernández, pero igual ordena y desordena al mismo tiempo. Esta semana le marcó la cancha al debutante candidato a presidente Sergio Massa, luego de un cierre traumático con dudoso gusto, como bajar a un candidato (Daniel Scioli) ya presentado como tal en un teatro. ¿Sabe Massa que la Vicepresidenta, en esta ocasión con mayor claridad, le muestra el camino que le espera de ser Presidente?
El nivel de discusión política lleva al uso de términos que dejan mucho que desear: fullero, ventajero, narco, ladrón de banca, llegando al punto de discriminar por situaciones que nadie desea: la enfermedad de un hijo o la propia de algún candidato. Este camino va a contramano de los problemas que tiene la ciudadanía y, fundamentalmente, trabaja a favor de la desilusión que un gran sector demuestra para con la política. Tal vez, esto explique el gran ausentismo en las provincias donde se ha votado.
En Argentina el principal problema es político. Esta cronista consultó sobre lo por hacer el día después, gane quien gane. Lorena Giorgio, Economista en Jefe de Equilibra sostiene: “El FMI en su último reporte menciona un tipo de cambio apreciado entre un 15/20% real, es decir, por encima del ritmo que viajan los precios. Quien sea electo deberá corregir buena parte de esto. El dólar viene avanzando a un ritmo de un 7/ 7,2,/7,3%, ayuda que haya inflación real en otras monedas. El mercado espera un shock cambiario, es decir, ajustar bruscamente el tipo de cambio. Esto podría producir un fogonazo inflacionario. Que esto se haga en forma gradual o no, dependerá de quién gane”.
Y agregó: “Ahora bien, todos están muy preocupados por la bola leliqs, que representa 10 puntos del PBI. Massa viene acomodando el gasto. A pesar de la sequía y su impacto, logró que el déficit primario a mayo signifique solo una suba del rojo de 0,3%. Massa tiene una visión política de la economía y no se deja influenciar por nadie”.
Un actor de la política económica que prefiere reservar su nombre, le dijo a Infobae: “Si se quiere arrancar, es inevitable la baja de impuestos. La economía negra es ya tan grande como la blanca”.
Todo indica que Argentina va a seguir sumando sacrificios. El tema es para qué y para quiénes. El licenciado Bernardo Kosacoff viene hablando de la existencia de tres Argentinas. “Hay una Argentina moderna, competitiva, que genera en forma exclusiva las mayores exportaciones de Argentina, con empresas dedicadas a la investigación y desarrollo, y que ocupa la mano de obra más calificada”, le dijo a Infobae e hizo dos consideraciones: “Sólo representa el 20% de la población y, en segundo lugar, el patrón de especialización ha quedado trunco, con bienes de menor contenido tecnológico. Es necesario producir bienes más sofisticados”.
Y siguió: “Existe una segunda Argentina, la del mercado interno, la cual no es muy valorada. El mercado interno argentino es muy importante; ocupa el tercer lugar en América Latina. Hay que hacerlo más competitivo para favorecer las exportaciones e insertarse en el mundo. Es necesario terminar con la discusión mercado interno versus mercado externo. Son complementarios”. Para completar: “Tenemos la tercera Argentina: la de la vergüenza, la del laboratorio de pobres. Compuesta por los más humildes, que han financiado todas las volatilidades y procesos de recuperación argentinos, donde trabajadores con empleo formal están debajo de la línea de pobreza, un 30%, esto nunca se vio. Incluye a jóvenes que representan la tercera generación de excluidos, deberían ser nuestro abono demográfico para sacar al país adelante”.
Kosacoff concluyó: “Hay que integrar las tres Argentinas. Si Argentina en cinco años crece al 3% anual, sin crisis, buena parte de la tercera Argentina podría ser incluida”. Infobae le consultó sobre las soluciones: “Las hay políticas: eliminar los fanatismos (ni dolarización ni políticas, sólo orientadas al consumo). En lo económico: hay que generar riqueza y, al mismo tiempo, mecanismos de compensación para generar más igualdad y equidad. Trabajar con los tres sectores; el de la economía moderna, el del mercado interno y el de la economía popular: todo al mismo tiempo. La generación de riqueza y el goteo deben ser simultáneos”.
Consultado sobre, si en este contexto argentino, la Inteligencia Artificial (IA) es un beneficio o un perjuicio, Kosacoff dijo: “Argentina está fuera de la discusión de los nuevos paradigmas, de sus beneficios y cómo disminuir sus costos. Hablamos de IA, economía verde, computación cuántica, genética, fusión nuclear. Nuestra preocupación pasa por equilibrar la macroeconomía. En 40 años, Argentina disminuyó sus exportaciones a la mitad. Estamos ajenos a las nuevas cadenas de valor. Tenemos un activo importantísimo: nuestra gente joven, a la cual hay que educar, capacitar, dar herramientas y financiar para que se desarrollen. Es escasa la participación de la mujer en el mercado de trabajo, sería un factor importante de generación de riqueza. Y un sector productivo diversificado: bioeconomía, minería, estructura industrial importante, economía del conocimiento donde, lamentablemente, 15 unicornios no pueden desarrollarse en el país.”
Fuente: https://www.infobae.com/