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Presentación del Barómetro de la Deuda Social Argentina

El doctor Agustín Salvia, coordinador del Observatorio de la Deuda Social Argentina, destacó que se produjo un mejoramiento en las condiciones materiales de vida de los argentinos durante el período 2004-2007, pero advirtió que los indicadores de pobreza, desempleo y desigualdad todavía no permiten afirmar que el crecimiento económico se traduzca en desarrollo humano.

Buenos Aires, 15 May. 08 (AICA).- El doctor Agustín Salvia, coordinador del Observatorio de la Deuda Social Argentina, destacó que se produjo un mejoramiento en las condiciones materiales de vida de los argentinos durante el período 2004-2007, pero advirtió que los indicadores de pobreza, desempleo y desigualdad todavía no permiten afirmar que el crecimiento económico se traduzca en desarrollo humano.

«La reducción del desempleo, el aumento de la capacidad de consumo y las expectativas futuras, beneficiaron principalmente a los estratos sociales más bajos, pero esa recuperación no alcanzó para reducir de manera significativa la brecha con los estratos altos», leyó al presentar la cuarta edición del Barómetro de la Deuda Social Argentina, cuyos resultados elabora ese departamento de la Universidad Católica Argentina a su cargo.

Tras destacar que esos índices privados tienen «un creciente reconocimiento público frente a otras estadísticas», reclamó hacer «una lectura política» de estos resultados, sobre todo al gobierno que «tiene la responsabilidad política y moral» de revertirlos.

Del acto de presentación en el auditorio Santa Cecilia, de la casa de altos estudios, participaron el vicerrector de la UCA, Ernesto Parselis; el ex secretario de Culto de la Nación, Norberto Padilla; el director nacional de Cáritas Argentina, Gabriel Castelli; y el director del Instituto para la Investigación del Saber, presbítero Fernando Ortega, entre otras autoridades.

Algunos resultados
Cuatro de cada diez hogares padece «déficit grave» en sus condiciones de vida material, pese al crecimiento económico y la estabilidad política en el período 2004-2007, según el informe sobre la Deuda Social Argentina.

Tras determinar que pese a que se registró una reducción del número de personas que no cuentan con seguro de salud, en el estrato socioeconómico más bajo el déficit involucra al 58 por ciento de la población; reveló que una cuarta parte de la población potencialmente activa evidencia actualmente problemas de empleabilidad manifiesta y que la mitad no logró ocuparse en un empleo de calidad, a pesar de que en el período 2004-2007 se registró «una importante reducción» de los problemas de acceso a oportunidades laborales.

También destacó que «la recuperación del índice de confianza política fue impulsada principalmente por el mayor avance de la confianza en el Gobierno nacional», con el consiguiente paso a «un segundo plano» de otras instituciones como el Congreso, la Justicia o los partidos políticos, que no sufrieron cambios significativos en su imagen durante el período de estudio.

«Esto da cuenta de la tendencia extrema que presenta la sociedad argentina al depositar sus expectativas económicas y sociales en el Poder Ejecutivo, más precisamente en el presidente, en desmedro de otras instituciones democráticas, incluso del propio acto de votar», se evaluó en el informe de la UCA.

Los datos surgieron de encuestas realizadas en conglomerados con más de 200 mil habitantes del área metropolitana, el Gran Buenos Aires, Córdoba, Salta, Mendoza, Rosario, Resistencia, Paraná, Neuquén-Plottier y Bahía Blanca, sobre una muestra de 2.520 encuestados, de los cuales 1.740 casos fueron comparables en el período 2004-2007.

Deuda social infantil
En tanto, otro relevamiento sobre la Deuda Social de la Infancia, realizado en colaboración con la Fundación Arcor, reflejó que el 60 por ciento de los niños y adolescentes de los principales centros urbanos vive en hogares con «grave déficit de habitabilidad» y «bajo clima educativo».

El 14 por ciento de los menores de 0 a 17 años comparte cama o colchón para dormir, mientras que el 32 por ciento vive en casas precarias y dos de cada diez vive hacinado.

Según las mediciones del Barómetro de la Deuda Social Infantil, el 44 por ciento de las casas donde viven esos niños y adolescentes debieron restringir el consumo de alimentos en el último año, y un 9 por ciento padeció la experiencia de tener hambre. En tanto, 33 por ciento dejaron de atender su salud, por problemas económicos.+

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