Por María Herminia Grande.- Apareció impensadamente en agenda un tema previo a las elecciones 2021: la educación. Lamentablemente la discusión se centra en presencialidad sí o no. Cada uno, exponiendo sus razones que operan como tabla de salvación. Lo niegan, pero ambos posicionamientos no pierden de vista el calendario electoral. A propósito, casi en silencio, acordaron la prórroga por un mes del mismo. Tal vez el COVID-19 y sus víctimas dirán si de aquí a setiembre habrá espacio para hablar de educación con mayúscula: la superadora. Sobre la cual el Dr. Jaim Etcheverry le dijo a Infobae: “Hay que volver a la enseñanza de la educación básica. La escuela debe dar las herramientas para que el educando pueda vivir y desarrollarse en sociedad“. Recuerda que de cada 100 alumnos secundarios, 50 no terminan el ciclo escolar. La mitad de quienes lo logran no comprenden lo que leen, y las dos terceras partes no pueden resolver una regla de tres simple. Los padres también debieran preguntarse qué buscan en la educación. ¿Qué sus hijos tengan herramientas para desarrollarse o una guardería donde dejarlos en horario de trabajo? Los mismos padres que creen en un 70% que la educación argentina no es buena dicen en igual porcentaje que la que reciben sus hijos sí la es…
En Santa Fe la fundación La Usina Social realizó un trabajo integral con 240 docentes de los 19 departamentos que componen la bota. El resultado del fatídico 2020 arroja que el 15,1% de la matrícula educativa de los niveles primarios a terciarios abandonó el estudio: esto significan aproximadamente 100 mil alumnos. El principal motivo del abandono es la nula o escasa conectividad. Mientras tanto, los diputados provinciales no se deciden a aprobar un proyecto de conectividad. El 50% de los alumnos de Santa Fe no tienen internet. El 30,5% de los hogares no tienen conexión. Solo 793 escuelas públicas, el 28% del total, está conectada a la red. Ante esta realidad, la ley Santa Fe + Conectada, impulsada en mayo pasado por el gobernador Perotti, prevé la ejecución de cuatro mil kilómetros de fibra óptica en toda la provincia. Si esto sucede en una de las provincias más importantes del país, imaginemos qué puede ocurrir en el resto del mismo.
Si bien la semana terminó en tragedia por el fatídico accidente que le costó la vida al ministro de Transporte, Meoni, el viernes pasado la presencia del presidente de la Nación en Rosario juntó a oficialistas y opositores. Alberto Fernández pudo reencontrarse con aquel político atento a las necesidades del otro, gentil, pudo llamar por su nombre de pila a Emilio (Jatón) y a Pablo (Javkin), ambos intendentes opositores; así como también interesarse públicamente por la salud de Miguel (Lifschitz), ex gobernador socialista. Es decir, al salir del AMBA, volvió a los tiempos de “mi amigo Horacio”. El Presidente disfrutó del momento, al igual que el gobernador y los intendentes, donde se anunció un plan de obras públicas por $76 mil millones.
Para enfrentar la segunda ola del COVID-19, Argentina dispone de más herramientas sanitarias que políticas. Está la vacuna y sabemos de los cuidados necesarios, pero la política retrocedió. Sus líderes en el AMBA cayeron en la siniestra trampa de la grieta y el odio. No importa quién dé el primer paso. Sería muy bueno para la salud política argentina que tomaran un café y acordasen. Si no lo hacen por convicción, deben concretarlo por necesidad, dada la responsabilidad política que ostentan ante una sociedad agotada por todo, a la que se le sumó el valor agregado negativo de dirigentes políticos que no quieren, no pueden o no saben retomar el camino del diálogo.
Sabemos, lo dicen los médicos al frente de grandes efectores de salud, que tenemos por delante dos, tres o cuatro meses aún más difíciles. La ministra de Salud de Santa Fe, la Dra. Sonia Martorano, con serenidad pero con responsabilidad le dijo a Infobae: “La situación es desesperante. No queremos que ningún padre vea que su hijo no tiene la cama y el oxígeno que necesita”. Sucede que en Santa Fe el promedio de edad de los infectados es de 40 años.
Argentina tiene otros temas pendientes y urgentes. Así como es imperioso que se solucione el conflicto en Neuquén, dado que ya está afectando el suministro de gas. El mismo desnuda la necesidad de contar con dos barcos regasificadores GNL en Escobar y Bahía Blanca para no quedar expuestos ante eventos naturales o humanos.Continúan los cortes en la llamada «ruta del petróleo» en Neuquén.
El próximo viernes vence la concesión de la Hidrovía Paraná-Paraguay, principal fábrica de dólares del país. La idea del fallecido ministro Meoni era que el 1 de agosto estuvieran confeccionados los pliegos del llamado a licitación nacional e internacional de la Hidrovía, mientras tanto se garantizará el mantenimiento del canal con los actuales concesionarios. Además se prevé el contralor federal integrado por las siete provincias involucradas. A propósito, el ministro de producción de Santa Fe, Daniel Costamagna, se entusiasma con el resultado de un trabajo sobre 800 empresas santafesinas cuya finalidad es conocer, en tema contenedores, por qué dichas empresas no sacan mayoritariamente su producción por los puertos propios y sí por los de Buenos Aires. “Hoy, a grosso modo, la tendencia es 70/30. Luego de este trabajo ajustaremos lo que sea necesario para revertir esta proporción”.
Otro tema importante que atañe a varias provincias es el de biocombustibles, cuya actual ley vence el 12 de mayo. El diputado Marcos Cleri la semana pasada presentó un proyecto de ley que ha generado algunas reacciones en contrario. Muchas refieren al artículo 11, que impide la construcción de nuevas plantas hasta que las existentes en el mercado no estén totalmente ocupadas. También se objeta las facultades otorgadas -por el art 3 inc. f- a la secretaria de Energía para subir y también reducir el porcentaje de los cortes. El senador Roberto Mirabella,autor de otro proyecto de ley al respecto, ve como falencia que el proyecto impulsado por diputados del Frente de Todos no prevé que las jurisdicciones provinciales con sus propias leyes tengan la facultad de “establecer el autoconsumo, distribución y comercialización que las mismas prevén. Veo contradictorio que nuestro Presidente solicite canje de deuda por baja emisión, mientras así Argentina no cumpliría con el Acuerdo de París”. El diputado bonaerense Alejandro Topo Rodríguez, entre otras cosas, observa que con este proyecto “no se va a industrializar la ruralidad, al contrario, se la va a primarizar. No la voy a votar y no creo que el Poder Ejecutivo esté de acuerdo”.
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