Por Emilio Grande (h.).- En el marco de una campaña muy polarizada en Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva logró el retorno político con su ajustado triunfo en el ballotage del domingo último con el 50,9% de los votos frente al 49,1% del presidente derechista Jair Bolsonaro, quien no pudo concretar su reelección.
Este resultado electoral fue el más estrecho en la historia del vecino país y es un reflejo de la polarización en la que quedó sumergida. “Los principales problemas pueden resolverse con diálogo y no con fuerza bruta”, dijo Lula sobre su rival.
Lula, del Partido de los Trabajadores, logró plasmar en las urnas el favoritismo que le otorgaban las encuestas, pero con una distancia mínima, apenas superior a dos millones de votos. Para el ex presidente (estuvo dos períodos entre 2003 y 2010) será un difícil regreso al poder, con un país dividido, una derecha fortalecida en el Congreso y los gobiernos estaduales. Además, Bolsonaro logró achicar los 5,2 puntos y 6,2 millones de votos de ventaja que le había sacado Lula en la primera vuelta, dejando un espacio para dar batalla dentro de cuatro años.
“La bandera verdeamarilla no le pertenece a nadie”, aclaró Lula, que llamó a “reconstruir el alma del país. Nuestro compromiso es terminar con el hambre otra vez. No podemos aceptar como normal que millones no tengan que comer”, añadió el futuro mandatario durante su discurso de victoria.
El líder de izquierda, que el 1º de enero asumirá su tercer mandato, es el primero en alcanzar ese hito en la historia democrática del país. “Vamos a restablecer el diálogo para luchar contra el hambre y con el Legislativo, sin intentar cooptar, sino reconstruir la convivencia armoniosa y republicana”, aseguró el líder del PT.
“A nadie le interesa vivir en un país dividido en permanente estado de guerra. Este país necesita paz y unión”, agregó Lula, que dijo que Brasil está nuevvamente en la escena internacional.
En clara diferencia con Jair Bolsonaro, Lula prometió “retomar el monitoreo de la Amazonia y promover el desarrollo sustentable. Estamos abiertos a la cooperación internacional para preservar a la Amazonia”.
Mientras la dirigencia de Juntos por el Cambio de nuestro país no se puso de acuerdo, especialmente el peronista Miguel Pichetto, el presidente norteamericano Joe Biden envió un comunicado para felicitar a Lula, destacando la transparencia del proceso electoral. “Envío mis felicitaciones a Luiz Inacio Lula da Silva por su elección para ser el próximo presidente de Brasil tras elecciones libres, justas y creíbles. Espero que trabajemos juntos para proseguir la cooperación entre nuestros dos países en los próximos meses y años”, expresó.
Pasaron varios días del resultado electoral y todavía Bolsonaro no reconoció la derrota, pero dijo que respetará la Constitución, en orden a preservar la paz social, mientras miles de militantes de su partido salieron a la calle, fueron a los cuarteles militares e inclusive generaron cortes de rutas.
Lo patético fue la reacción de Alberto Fernández al viajar rápidamente a Brasil para festejar el triunfo con Lula, mientras la Argentina sigue con decenas de problemas de fondo sin resolver.
Finalmente, otro elemento lo constituye el voto electrónico utilizado en esta oportunidad, como ocurrió en las elecciones de los Estados Unidos, que en ambos casos no tuvieron mayores cuestionamientos y agilizaron el escrutinio. ¿No será el momento para que la dirigencia política argentina en su conjunto empiece a discutir su conveniencia para reemplazar a las boletas en papel, incluidas las “sábanas” que siguen en algunos lugares del país?