Por Emilio Grande (h.).- Debido a la extensa cuarentena por el coronavirus que ya lleva 115 días en la Argentina (la más prolongada del mundo), provocó varios problemas económicos, políticos y sociales, entre otros. En nuestra ciudad (el último caso data del 21 de abril) se triplicó la violencia de género, según precisó la secretaria de Desarrollo Humano municipal Myriam Villafañe en el programa “Sábado 100” por radio El Espectador (FM 100,1), que conduce quien firma esta entrevista.
“Desde la oficina de violencia de género asesoramos y acompañamos a la Comisaría de la Mujer y a la Fiscalía. El problema no es cuando la mujer tiene que ir a realizar la denuncia, un trámite que termina siendo simple, sino lo que viene después porque son un montón de factores: dónde irá a vivir, con qué recursos y qué hacemos si hay niños y adolescentes; el trabajo del equipo debe actuar en forma transversal y utilizar todos los programas de la Secretaría. De un caso que recibimos te lleva un proceso largo”, destacó.
¿Cómo se los contiene emocionalmente a los sectores más vulnerables para que no caigan en un “pozo” psicológico?
Hemos creado el programa “Estamos cerca”, que en esta época de pandemia nos permitió acercarnos a las personas mayores de 60 años que estaban sin vínculos familiares, de amigos o vecinos; son personas con discapacidades o personas de riesgo que se tienen que cuidar. Con los equipos multidisciplinarios (trabajadores sociales, psicólogos, terapistas ocupacionales, psicopedagogos, agentes territoriales; en total son 32 personas) pudimos acercarnos a los territorios para trabajar con ellos, ingresamos a los domicilios si la situación es muy extrema. La persona mayor necesitaba que alguien la escuche, le diga la verdad de lo que estaba pasando, porque hay muchísimo miedo por la información televisiva y de las redes sociales, y no sabe hasta dónde era el problema. Otro servicio es el de niñez, adolescencia y familia, donde hace unos días hemos firmado un nuevo convenio con la Provincia. Hemos detectado y resuelto situaciones de violencia de género, se nos han triplicado las demandas y ha cambiado también la ayuda que veníamos teniendo hasta antes del mes de marzo; ese servicio está las 24 horas con guardias sociales permanentes, porque somos personal esencial, para detectar y trabajar esas situaciones en el momento en que suceden porque no pueden esperar el horario que hace el empleado municipal.
Ayuda alimentaria
En la edición del 24 de abril pasado, este cronista publicó en diario Castellanos la crónica titulada “Fuerte crecimiento en la demanda de alimentos en la ciudad”, mencionándose que el Municipio entregaba 13.100 bolsones, 5.000 raciones en 3 comedores municipales y dinero a 13 comedores y copa de leche que alimentaban a 1.105 niños, beneficiando a 23.705 personas; sumado a los comedores escolares que atendían a 3.500 alumnos y el Rotary Club de Rafaela que ayudaba entre 30 y 40 instituciones, dando comida a más de 3.000 chicos. En total eran 30.200 raciones en nuestra ciudad.
Después de dos meses y medio, quisimos saber cómo está la ayuda alimentaria. Al respecto, la funcionaria municipal aclaró que “la demanda ha disminuido muy poco, sabemos que las consecuencias sociales de esta pandemia son importantes y nos estamos ocupándonos. De aquella realidad de abril, lo que cambió fue la cantidad de veces que entregamos al mes, pasando de 15 a 20 días y hoy estamos haciendo una entrega mensual, donde la última entrega de junio fue de 4.700 familias que retiraron los bolsones alimentarios. Respecto a los comedores comunitarios bajo administración municipal y con ayuda de fondos provinciales no ha disminuido con un sistema de viandas que tenemos en distintos barrios; tampoco disminuyó la ayuda a los comedores y copa leche de ONG que hay en distintos sectores, recibiendo ayuda económica si tienen personería jurídica y en otros casos damos alimentos».
¿Cuáles son los sectores sociales más castigados por la cuarentena?
La situación no se mide por barrios sino por rubros y actividades; lo que no tenían un sueldo fue la población más afectada, que recibió ayuda, como los monotributistas, empleados domésticos, peluqueros y quienes hacen algunas changas. Ahora comenzaron a tener actividad pero es lenta la recuperación.
Estamos en pleno invierno con temperaturas bajas, ¿hay mayor demanda de frazadas, ropa y abrigo para los sectores más carenciados?
Nos anticipamos en este tema con un relevamiento realizado con tiempo, ateniendo en situaciones en concreto antes de los últimos 10 días de frío. Este año contamos con la colaboración de empresarios que donaron telas y la participación y donación de las entidades de bien público, quienes han colaborado con el pago de la mano de obra para hacer las frazadas. Nos permitió contar con un stock de frazadas más lo que siempre tenemos en emergencia, con lo cual pudimos atender un montón de situaciones. Tengo que agradecer este trabajo público-privado para hacer las frazadas y llegamos a muchas familias en esta época de frío.
