Finalmente hace unos días los ambientalistas de Gualeguaychú decidieron levantar el corte del puente a Uruguay luego de casi cuatro años porque están en contra de la instalación de la pastera Botnia (UPM) por la presunta contaminación.
A esta decisión se arribó por varios motivos. El reciente fallo de la Corte de Justicia Internacional de La Haya: los jueces no encontraron pruebas suficientes de contaminación ambiental y se opusieron a un desmantelamiento o relocalización de la pastera.
También tuvo un giro de 180 grados la posición del gobierno nacional porque en 2006 cuando Néstor Kirchner era presidente se hizo la denuncia internacional de la que sí se reconoció la violación del estatuto del río Uruguay, pero ahora el Ejecutivo a cargo de Cristina Fernández condenó el corte del puente y se transformó en querellante contra los ambientalistas.
Además hubo un desgaste propio de la protesta porque de pasar a tener una gran adhesión popular al principio en esa ciudad entrerriana y en el resto del país se fue perdiendo el entusiasmo y generando cierto malestar por el paso cerrado, ya sea de gente que tiene que cruzar el puente para ir trabajar, el no poder visitar a parientes y amigos del otro lado del río, como así también las consecuencias negativas en los planos comerciales y turísticos.
Así se llegó a la reciente asamblea en la que se decidió levantar el corte del puente con 402 votos a favor contra 315 en contra por el término de 60 días, resolviendo quedarse al costado del camino para explicar sus argumentos contrarios a la pastera.
Ahora los gobiernos argentino y uruguayo deberán monitorear en forma conjunta el funcionamiento de la actual empresa UPM instalada en la ciudad de Fray Bentos, proponiendo el presidente José Mujica la participación también del gobierno brasilero para que haya una mirada neutral.
Sin embargo, integrantes de la asamblea de Gualeguaychú adelantaron que vencido el plazo están en condiciones de volver a cortar el puente internacional. ¿Se animarán a hacerlo cuando la opinión pública nacional e internacional tiene puesta la mirada en esta sensible parte del mundo? ¿Son ambientalistas o se transformaron en fundamentalistas?
En realidad, no se está en contra de la protesta y el reclamo social en términos normales garantizado por la Constitución Nacional, pero el problema se presenta cuando lesiona otros derechos como la libre circulación.
En la Argentina de los Kirchner se defendió la protesta de los piquetes y rechazar la metodología de no reprimir para evitar el costo político. Ahora volvió la normalidad en el puente con el paso liberado, siendo una oportunidad que se prolongue en el tiempo.
Por fin levantaron el corte en Gualeguaychú
Se trata del editorial del programa "Sábado 100" por Mitre Rafaela (FM 91,9) que conduce Emilio Grande (h.). ¿Se animarán a cortar el puente otra vez cuando la opinión pública nacional e internacional tiene puesta la mirada en esta sensible parte del mundo? ¿Son ambientalistas o se transformaron en fundamentalistas?