Por fin el propósito de Sanz cosecha apoyo

Por Emilio J. Grande.- Hace varios meses que el mendocino Ernesto Sanz, con convicción, comenzó el propósito de unir fuerzas políticas para afrontar las elecciones presidenciales de octubre con posibilidades de éxito.
Sanz es presidente de la Unión Cívica Radical a nivel nacional e integrante de UNEN junto con Cobos, Binner, Stolbizer, Solanas, entre otros. Desde un principio pensó al igual que Carrió (quien ahora competirá en un mismo espacio con Macri) que para vencer al candidato oficialista era indispensable llegar a un firme acuerdo de gobernabilidad, si no con todos, contar con la mayoría de los líderes de la oposición.
Sanz venía remando con gran esfuerzo sin el estímulo de sus pares. Al contrario, algunos de ellos, en particular Pino Solanas y más firme que este el rafaelino Binner (que nos decepcionó en su gestión de gobernador) se oponían por diferencias ideológicas.
Ultimamente Sáenz se sinceró y dijo que pretende ser candidato presidencial del radicalismo, pero que de ser necesario daría un paso al costado.
De pronto, en estos días otro mendocino, Julio Cobos, también radical y que alcanzó notoriedad en 2008 cuando siendo vicepresidente de la Nación sentenció la resolución 125 con su histórico voto “no positivo”, dejando perplejos y aturdidos a la presidenta Cristina y sus obsecuentes y aplaudidores.
Cobos acaba de pedir la conformación de un “gran acuerdo político opositor, sin mezquindades” (tal cual lo señalé en anteriores comentarios) porque, agregó, “la sociedad percibe que este desafío necesita del aporte de todos”.
Y en línea con su comprovinciano Sanz, Cobos remarcó la necesidad de establecer políticas de Estado que deberá cumplir a rajatablas, quien reciba el mandato popular para ser el nuevo presidente de la Nación.
Cobos se suma así al sensato movimiento que inició Sanz, que lentamente crecía y quizás ahora tome mayor impulso con el efecto Nisman para amasar a la hasta ahora desunida oposición y producir perjuicio al obstinado gobierno cristinista que no se cansa de desgobernar y desunir a los argentinos.
En una carta de lectores publicada el 10 del corriente en el diario La Nación de Buenos Aires y firmada por Emilio Ariel Gibaja (declarado radical de pura cepa) insta a sus pares a superar la ya vieja historia de desencuentros radicales entre Yrigoyen-Alvear, Balbín-Frondizi y Frondizi-Illia. “Acordémonos del Pacto de La Moncloa en España” subraya el firmante de ese carta, cuyo contenido expresa el sentir de millones de argentinos, que como él afirma hay que terminar con esta administración populista y reemplazarla con otra que restablezca la división de poderes, respete la Justicia independiente, y basta de impunidad y corrupción; que vuelva la decencia y que políticos suban al poder para servir al país y no servirse de él, porque en la actualidad tras pocos años compran estancias, cuando en el pasado fundían estancias y otros capitales para acceder al poder.
Una alianza amplia, reiteramos, requiere de líderes despojados de mezquindades para pactar un acuerdo de gobernabilidad y fijar claras políticas de Estado a desarrollar sin interferencias ideológicas.
La patria lo demanda y para eso deben subir al escenario nacional gobernantes capaces y probos, que hablen menos y hagan más, con honestidad y que no sean elocuentes recitadores sin moral.

Fuente: diario La Opinión, Rafaela, 16 de febrero de 2015.

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