Pasaron 53 años: “Florentina” sigue emocionando y generando reencuentros

El cortometraje, dirigido por Jorge Colombo en 1971, fue proyectado en el Concejo. Pone en valor el rol docente y la figura de Florentina Mugna, de maestra a directora en Ataliva. Entre los asistentes hubo de Sunchales, Santa Fe y Buenos Aires.

Por Emilio Grande (h.).- Este jueves a la noche se proyectó el cortometraje “Florentina”, dirigido por Jorge Colombo (docente, divulgador cultural e integrante de la comisión directiva del Círculo de la Prensa), en la sala de sesiones del Concejo Municipal, asistiendo gente de Rafaela, Ataliva, Sunchales, Santa Fe, Buenos Aires, entre otros.

Al principio, hubo palabras de apertura del presidente del cuerpo Lisandro Mársico, resaltando el ciclo de cortos por resolución en el que buscar destacar las producciones locales: “aquellos que se la jugaron con esfuerzo, trabajo y dinero. Esto surgió de casualidad, mientras tuvimos una reunión sobre el proyecto del debate de los candidatos (se aprobó el 3 de octubre pasado), Jorge Colombo contó que tenía un corto para emitir sobre Florentina Mugna, que trata el rol de los docentes”.

Valeria Soltermam (vicepresidente) agregó que “es una alegría poder recibir esta producción, con vidas tan significativas; hay que rescatar el enorme valor por el olvido y la censura, para conocer los pensamientos, pesares, ilusiones, modos de vida, entrando en la vida de Florentina porque es cercana contradictoria. El rol de docente se humaniza no se romantiza”.

También estuvieron presentes las ediles Carla Boidi, Alejandra Sagardoy, Paz Caruso, Mabel Fossatti; Jonatan Faber (presidente del Círculo de la Prensa); el ex concejal Daniel Monay; familiares de Florentina como María Elena Wellig (sobrina) y Mónica Williner (sobrina nieta); José Cettour fotógrafo de Santa Fe y amigo de Colombo. Una de las sorpresas inesperadas fue la de Marisa Mori (de Ataliva, radicada en Sunchales), quien es la niña de cinco años que aparece en la hamaca durante el cortometraje.

El corto aborda la complejidad de la vida de Florentina, quien se define como maestra por vocación, pero el ascenso de directora de la escuela primaria de Ataliva le cambió la vida radicalmente porque tuvo que dedicarse a otra función que no estaba preparada. Vivió su juventud rural en la soledad como un misterio. Por momentos, se siente vencida, aplastada, el ambiente que la rodea, el medio es un condicionante decisivo, actuando como mecanismo de defensa y de control en su personaje. El salvataje de su vida es el sábado para reuniones de amigos, alcohol y baile para alegrar el corazón. En cambio, el domingo es oscuro, no existe Rafaela, apareciendo el suicidio (fue un pensamiento) como una salida escape, que sería para lograr la trascendencia en un acto terrible y cruel para quienes la amaron. También hay momentos del acto escolar del 9 de Julio, preguntando en voz: ¿Qué es la patria?

Luego de la proyección del cortometraje, Santiago Alassia (escritor y dramaturgo) moderó la entrevista con el director Colombo, con quien tiene un vínculo afectivo, amigo de su hijo Tobías; fue alumno en la cátedra de Imagen en la UCES hace más de 20 años, compartiendo libros, cine y copas de vino.

Colombo aclaró que después de rendir las materias de la carrera de Cine en la UNL, tuvo que hacer la tesis sobre una una película con proyecto y guion. De su amistad con el recordado escritor Lermo Rafael Balbi, nació la idea porque este último era amigo de Florentina. “Hicimos una entrevista que duró 6 horas de grabación analógica, cobraban mucho los metros de cinta con un presupuesto escaso. Se filmó en Rafaela y Ataliva. Luego se prestó para un concurso, se perdió por el saqueo al Instituto de Cine de la UNL. Pasaron varias décadas y en marzo de este año recibí un llamado desde Buenos Aires de Fernando Peña, quien es curador, tenía un programa en la TV Pública y ahora hace streaming por youtube, diciendo que tenía el corto en una lata en 16 mm, la había visto y le gustó. Fue una emoción extraordinaria. Después vino el proceso de digitalización, la subió a su programa Filmoteca on line y empezó la difusión”.

Alassia le preguntó por qué eligió a Florentina, Colombo admitió: “No lo tengo claro, me pareció interesante el problema de la docencia, alejar de la romantización para meterme en su vida, hacer la glosa sobre seis horas de entrevista para elegir lo esencial del pensamiento y ver el mundo. Ella amaba la docencia y se sentía alejada porque perdió el contacto al ser directora. Era una persona culta y lectora, teniendo conversaciones muy interesantes”. En ese momento él tenía 24 años y después dio clases en la UNL, la UCES y el secundario.

Alassia mencionó la aparición de personajes rafaelinos en la película como Balbi y Henry “Bibi” Milesi. También participaron Eugenio Chatelet, Beatriz de Chatelet, Leonida Mugna, entre otro.

Colombo aclaró que “Lermo era experto en mitología griega y romana para trasladarlo a la realidad, además de un excelente cocinero, charlista maravilloso y gran dibujante. Hizo la escenografía de la película. Murió a los 56 años”.

En el film se muestra otra Rafaela de 53 años atrás, a la que le queda poco paisaje urbanístico como la vieja Terminal de Ómnibus sobre calle Sarmiento-San Martín (ahora está el Viejo Mercado) y la última toma se hizo desde torre de la Catedral San Rafael.

En ese momento del debate, emergió del público quien fuera la niña de la hamaca: Marisa Mori ante la sorpresa de todos, recordando los detalles de la vestimenta de Jorge Colombo, a quien se le cayeron unas lágrimas. “Estoy emocionada a los que hicieron posible la exhibición de la película, que permitió que nos empezáramos a conectar por las redes sociales”, destacó la atalivense.

Wellig contó que Florentina fue 10 años directora en Ataliva y luego dio clases de Geografía en la Escuela Normal, como así también características de su tía, viviendo en el fondo del inmueble donde se filmó parte del corto en calle San Martín al 500.

Colombo aprovechó para decir que “es un documento histórico sobre un pasado determinado. En el cine documental se interpretan a sí mismos. Fue un proceso de investigación, un guion, la escritura de la imagen, se filmó, se pusieron muchas luces, se hizo el montaje en bruto para reducirla en un relato determinado, con la producción de la UNL”.

El vecino Pocho Bossana resaltó que “no cualquiera estudiaba cine en Santa Fe en aquella época y a la película nunca la pudimos ver en aquel el tiempo”.

A decir verdad, se trata de un corto que fue “olvidado” por los militares de turno, de casualidad fue encontrado, puesto en valor y lo más importante es que sigue movilizando las mentes y los corazones de distintas generaciones, generando reencuentros emocionantes…

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