Por Javier Alfonso.- Luego de tres años en la ciudad de Roma como rector del Colegio Sacerdotal Argentino en la “ciudad eterna”, nuestro coterráneo presbítero Antonio Mario Grande (59), se encuentra de regreso en nuestra Diócesis; y no sólo eso, sino que este domingo último ya asumió su cargo en el nuevo destino que le ha sido encomendado por el obispo Mons. Luis Fernández, como párroco de “Ntra. Sra. de Guadalupe”, una de las dos parroquias existentes en la ciudad de Frontera (Dpto. Castellanos), participando de la ceremonia algunos sacerdotes diocesanos, familiares y amigos de la Parroquia de Fátima de Rafaela.
EN ROMA
Dos días antes de tomar posesión como párroco en Frontera, el padre Antonio dialogó con LA OPINION sobre la experiencia que acaba de concluir en Italia, y el nuevo desafío que lo espera en esta amplia jurisdicción de la Diócesis de Rafaela.
-¿Qué balance puede hacer de la experiencia de tres años al frente del Colegio Sacerdotal Argentino en Roma?
-Muy positiva. Es una comunidad donde hay sacerdotes de diferentes diócesis del país, y que así pueden completar estudios de postgrado, donde se renueva lo que uno había estudiado como formación básica en el Seminario, y con un poco de experiencia pastoral, queriendo profundizar temas en la Teología, Biblia, Dogma, Moral, el trato con el mundo, la Pastoral, la Psicología. Esos sacerdotes que van a formarse necesitan una comunidad y en la casa ofrecíamos lo básico en comida, salud, servicios sacerdotales, la amistad, o celebrar un cumpleaños… Una experiencia así yo nunca había tenido, considerando que llegaron unos 18 sacerdotes por año de 13 diócesis distintas de Argentina.
-¿Y cómo lo vivió, más aún con un Papa argentino? ¿Tuvo algún acercamiento a él?
-Aparte de las posibilidades que ofrece Roma como historia de la fe y la cultura, allí vive el Papa, que hace un año y medio es argentino, el Papa Francisco; que tiene un modo atrayente para muchos y en eso tienen que ver los medios de comunicación social. Al día siguiente de que se hiciera cargo, el 20 de marzo (de 2013), el Papa tuvo un encuentro con unos 150 argentinos entre los que estábamos los sacerdotes del Colegio. Y esos primeros 15 días de pontificado fue un asedio de los medios de comunicación social de todo el mundo, ya que la lógica que seguían era que si el Papa era argentino, el Colegio Sacerdotal Argentino ‘algo debería saber’ sobre él.
Después, personalmente, lo pude saludar cuando fui a concelebrar una mañana con él a (la capilla de) Santa Marta, el 23 de junio. El lo hace todos los días, es una capilla muy chica, y las parroquias de Roma ahora lo pueden pedir (son 350 parroquias). Ese día eramos además 3 obispos, 10 sacerdotes de diversos lugares, y unos 80 laicos. Es una celebración muy familiar y muy sencilla a las 7:30. Al finalizar él salió unos diez metros afuera y uno por uno pudimos saludarlo.
– Francisco está introduciendo cambios estructurales muy profundos en la Iglesia. ¿Cómo ven en Roma estos cambios provenientes de un Papa argentino?
-Muchos lo ven bien, es lo que se esperaba, retomar las luces y fuerzas del Concilio Vaticano II de renovación y diálogo con el mundo que ya otros papas lo habían proclamado; pero lo nuevo de Francisco es que él en persona lo realiza. Llama mucho la atención en Europa verlo en reuniones con laicos, caminar por la calle, pararse a saludar; antes el Papa era una figura muy alejada. Yo por diversos motivos fui a hacer trámites al Vaticano -allí está el correo, la farmacia, un supermercado- y vi a personal impactado porque a todos los fue llamando a participar de la misa en Santa Marta. La sencillez, la calidez y el trato escuchando a uno por uno, es algo fuera de lo común.
-Y en cuanto a la Curia romana, ¿tiene todo el apoyo? Porque estos cambios profundos dejaron al desnudo algunas reticencias.
-Ante la luminosa renuncia de Benedicto XVI, que había iniciado una serie de cambios y vio que con sus fuerzas no podía, creo que Francisco es el fruto de un acuerdo, de una búsqueda de dar un paso adelante en purificar la Iglesia, en renovar la mirada y ser más fiel al Evangelio y cercano a los hombres. El está siendo apoyado por el grupo ‘de los 9 cardenales’, al que pertenece el actual secretario de Estado Pietro Parolín. Francisco no se está moviendo solo, creo que hay un gran consenso, al haber uno de cada continente representan a los Episcopados de alguna manera. Esto no significa que todos, pero sí que hay un buen número, una mayoría de cardenales y colaboradores que caminan junto con el Papa en esta dirección.
– Hace poco se conoció que el cardenal Tarcisio Bertone (exsecretario de Estado del Vaticano) se está construyendo un apartamento fastuoso a metros de Santa Marta. Esas son las reservas de las que hablaba antes.
-Yo creo que (los cambios) ya los está llevando adelante y creo que el estilo de Francisco se va imponiendo y multiplicando. Por ejemplo, antes había un modo de vestir más llamativo y ahora es más sencillo. Su modo de ser para favorecer el trato y que no se lo vea como una personalidad lejana, se va ganando; lo cual no quita que cada cual tenga que hacer su proceso y elaborar su respuesta.
EN FRONTERA
Siguió el diálogo sobre su regreso al terruño y lo que le espera de aquí en más. Cabe aclarar que esta entrevista fue realizada dos días antes del domingo 14 cuando tomó posesión formalmente en la Parroquia.
-¿Ahora fue nombrado párroco en Frontera?
-En Frontera hay dos parroquias, “Ntra. Sra. de Fátima” donde el padre Balangero es el párroco, y “Ntra. Sra. de Guadalupe” donde yo me hago cargo, que abarca también “San José” en Josefina. El 14 (por el último domingo) asumo en Guadalupe y el sábado 27 en Josefina.
– ¿Ya conoce el lugar?
-Fui el miércoles pasado (el 10) y fue un primer contacto de alegría y esperanza porque ellos recuerdan al padre Javier Egaña que vivía ahí. Entonces el pedido era que el sacerdote viviera allí porque la cercanía física favorece el trato; así que estaré viviendo en Guadalupe. Estuve recorriendo y tomando contacto tanto en Frontera como en el barrio Acapulco. Materialmente es todo muy sencillo, pero hay un calor humano, una búsqueda de las personas, un trabajo en red solidario entre la pastoral de la parroquia, los centros de salud y la escuela que me llamó mucho la atención.
-¿Cuáles cree son los principales desafíos pastorales en lo inmediato?
-A 500 metros de la Parroquia está la comunidad de las Hermanas de la Caridad de la Madre Teresa (de Calcuta), con un importante geriátrico y un equipo de gente que trabaja muy bien solidariamente. Por eso en cuanto a desafíos se podría decir: acercar la Palabra de Dios, que Dios está presente y ama a todos. Por otro lado, sabiendo que la situación familiar, laboral, de inseguridad, de drogas, de prostitución está difundida, sería ayudar a tomar conciencia de que somos una gran familia, más allá de la realidad que vive cada uno.
Fuente: http://www.diariolaopinion.com.ar/Sitio/VerNoticia.aspx?s=0&i=131036