A sólo siete días que el soberano decida con su voto de conciencia cómo será la segunda parte del gobierno de Kirchner y no concurra al cuarto oscuro a ser usado por el supuesto voto útil de quienes las encuestas predicen como principales candidatos y ejerza su libertad en votar a quién más le convence en sus propuestas para el futuro, no podemos olvidar que la semana que culmina marca un ostensible retroceso en la libertad de expresión que comenzara con la reinstauración democrática en 1983.
El “delito de pensar distinto” se afianza cada día más en los actuales gobernantes y las consecuencias pueden ser impredecibles si los resultados electorales del domingo 23 de octubre convalidan el voto de confianza en la diktacracia.
Lo padecido por la Sra. Malú Kikuchi, su entorno familiar y quienes nos consideramos sus amigos, sobrepasa la figura de una de las periodistas con mayor cultura adquirida a lo largo de su vida y nos concierne a todos quienes creemos en los valores axiológicos del maestro Cossio que ordena los cuatro primeros derechos de los seres humanos con la siguiente prelación: la vida; la libertad; la educación y la salud.
No atacaron los mafiosos en dos oportunidades a la persona que dice lo que piensa tanto en la intimidad como ante la radio o en su programa televisivo “La Caja de Pandora”. No atacaron al pobre vigilador al romperle el pómulo en la primera “visita” y el miércoles por la mañana cuando se dirigía al médico, al salir de su casa fue introducido violentamente en un vehículo con vidrios polarizados y sin patentes a quien luego de golpearlo nuevamente le introdujeron el cañón de un arma en su boca y le aconsejaron que mejor no reconozca sus caras en el identikit realizado en el Departamento Central de Policía Federal si no quería volar por los aires como Juan Castro”.
¿Será capaz el Presidente de la Nación; el Ministro del Interior, el señor 5 y el señor 8 de la S.I.D.E. responder si es cierta la existencia del supuesto “grupo Cristina” comandado por un ex piquetero de Castells comprado por las prebendas de DÉlía?
¡Cuánto bien a la República harían estos funcionarios en identificar a los agresores y secuestradores del vigilador y extorsionadores domiciliarios de la Sra. Malú Kikuchi!
¿Comprenderá el pueblo que ejerce el derecho de opinar diferente que cualquiera de nosotros puede ser la próxima víctima? Tristemente Bertold Brecht se hizo presente en la vida de los argentinos; si callamos los padeceres de los otros, algún día vendrán por nosotros.
Un pueblo que ejerza la política del avestruz como actitud pusilánime ante los avances del autoritarismo…será condenado al autoritarismo.
Humberto Bonanata
Fuente: editorial de www.notiar.com.ar.
