Olivera sobre el coronel Larrabure: «invitó al perdón y al amor»

El obispo castrense destacó que está en proceso la instrucción diocesana de la causa. Fue al presentar el libro "Argentino del Valle Larrabure, mártir de Dios y de la Patria", de Sebastián Miranda.

El obispo castrense para las Fuerzas Armadas y las Fuerzas Federales de Seguridad, monseñor Santiago Olivera, presentó el libro “Argentino del Valle Larrabure, mártir de Dios y de la Patria”, de Sebastián Miranda

“El siervo de Dios Argentino del Valle Larrabure, lejos de albergar sentimientos de odio o venganza, invitó al perdón y al amor, su esperanza estaba colmada de inmortalidad”, expresó monseñor Olivera.

La obra del historiador fue presentada en la noche del martes 19 de marzo, en la sede porteña del Círculo Militar, y contó con la presencia del ministro de Defensa, Luis Petri, el general de Brigada (r) José Luis Figueroa, Arturo y Susana Larrabure (hijos del militar asesinado), otros familiares e invitados especiales.

“El título de esta obra, lógicamente, no quiere adelantar el juicio de la Iglesia acerca del martirio por el que, luego de todas las instancias procesales y si así Dios lo quiere, podrá ser declarado por el Papa como beato”, explicó monseñor Olivera.

“Todos estamos llamados a la santidad, pero no somos inmaculados; solo la Virgen Santísima, creatura como nosotros, lo es; pero el martirio es la máxima expresión de un amor sin límites, y es allí donde se expresa nuestra ‘verdad de fe y de amor’”, recordó.

“Leyendo las palabras que el papa san Juan Pablo II compartió en la misa exequial del cardenal Francisco Van Thuan, en septiembre de 2002, no pude menos que pensar también en el coronel Larrabure”, dijo, y citó: “Al dar el último adiós a este heraldo heroico del Evangelio de Cristo, damos gracias al Señor por habernos dado en él un ejemplo luminoso de coherencia cristiana hasta el martirio. Afirmó de sí mismo con impresionante sencillez: ‘En aquel abismo de mis sufrimientos…nunca dejé de amar a todos, a nadie excluí de mi corazón’”.

“A mis hijos y ahijado especialmente, que no olviden mi mensaje: Aun cuando suceda lo peor, no deben odiar a nadie y devolver la bofetada poniendo la otra mejilla”, citó el prelado lo escrito por Larrabure, y completó: “Fuertes palabras, unidas a la aceptación de la voluntad de Dios, en cuanto a lo que le tocaba vivir y, podríamos decir, padecer: ‘A Dios, que con tu sabiduría omnipotente has determinado este derrotero de calvario, a ti te invoco permanentemente para que me des fuerzas. A mi muy amada esposa, para que sobrepongas tu abatido espíritu por la fe en Dios. A mis hijos, para que sepan perdonar’”.

En otro momento de su exposición, monseñor Olivera expresó: “La esperanza de Argentino del Valle estaba colmada de inmortalidad. Son, sin lugar a duda, palabras que hablan de aceptación a la voluntad de Dios, a lo que Dios está permitiendo, y el coronel Larrabure muestra también un amor sin límites, un amor “al modo de Jesús”; que lo expresa en esa invitación a no tener ni odio ni rencor en los corazones. En el martirio han podido coincidir el Cardenal Van Thuan y el coronel Larrabure, ya que a nadie excluyeron del amor, aún a los enemigos, prueba cabal de la encarnación del Evangelio: si amamos a los que nos aman, ¿qué méritos tenemos?”

Retornando a la historia, el obispo castrense se refirió al libro: “La Providencia nos está reglando este tiempo que se nos ofrece, para pensar desde el amor y en la verdad la entera historia, triste y difícil de nuestra Patria, pero donde hay y hubo hombres y mujeres que fueron y son faros de luz para no perder el camino que nos ha enseñado Jesús, del amor, de la verdad, de la justicia”.

Monseñor Olivera contó que está en pleno proceso la instrucción diocesana hacia la canonización, y finalizó agradeciendo a Javier Colabelli, de Ágape Libros, por la “valentía y generosidad manifestada”, a la Asociación Amigos de la Causa del Siervo de Dios, a todos los que hicieron posible esta presentación, al Círculo Militar y a todos, de corazón. 

También agradeció a quienes, en el Obispado castrense, están trabajando por esta causa con “desinterés y abnegación, desde el tribunal, teólogos, peritos en historia, notarios y testigos”.

Palabras de Petri

Invitado a dirigirse a los presentes, el ministro de Defensa Petri expresó: “Vengo a pedir perdón por el olvido de la democracia en relación con este héroe”.

“Algunos dirigentes demonizaron a las Fuerzas Armadas que actuaron en la década del 70. Sentí la necesidad de estar acá para homenajear a Larrabure que, como buen soldado, dio la vida por su Patria”, destacó. 

Finalmente, trazando un paralelismo, Petri cerró su alocución diciendo: “Hay un hilo entre el combate al terrorismo del pasado y la necesidad actual en Rosario”.

Fuente: https://aica.org/

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