Los hombres y mujeres de empresa cristianos nucleados en ACDE (Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa), celebramos la iniciativa del Gobierno nacional de promover un gran acuerdo sobre políticas de Estado, que se ha expresado en la firma del Acta de Mayo rubricada por el Presidente de la Nación y la mayoría de los gobernadores en la ciudad de San Miguel de Tucumán, cuna de nuestra Independencia.
Valoramos la correcta dirección de esta búsqueda de consensos porque necesitamos dejar de lado personalismos y generar acuerdos que permitan forjar la unidad entre los argentinos, más allá de nuestras diferencias.
En este sentido, anhelamos que el Acta de Mayo sea el punto de partida hacia un desarrollo pleno y una mejor calidad de vida de todos, sin exclusiones. Para ello, proponemos que sea puesta bajo la protección de Dios y que sus diez puntos sean discernidos a la luz de los principios de la Doctrina Social de la Iglesia, que nos impulsan a priorizar el bien común y los intereses de la Nación por encima de los intereses personales, partidarios y sectoriales. Confiamos en la madurez de nuestros dirigentes para que siguiendo los lineamientos de los acuerdos alcanzados puedan hacer realidad la reconstrucción de nuestra Patria.
También los invitamos a que, así como el Acuerdo de Mayo fue sabiamente enriquecido con la inclusión del punto referido a la educación básica como primer objetivo de un plan de desarrollo, en el futuro puedan promoverse acuerdos nacionales que defiendan la Vida desde una mirada integral, tanto de los que aún no han nacido como de quienes viven en situación de pobreza afectados por la marginación y la exclusión.
Colaboración de Javier Di Biase, presidente de ACDE Rafaela.