Por María Herminia Grande.- En los agitados días post triunfo se ocuparon con nombres varios casilleros vacíos del nuevo gobierno. Pero no se logró -al menos al cierre de este análisis-, despejar incertidumbres.
Incertidumbre que atraviesa transversalmente, como el voto a Javier Milei. Dudan empresarios (excepto Rattazzi quien en la puertas de la UIA ayer dijo: “un dólar a $365, es una ficción idiota de una banda de idiotas”), sindicalistas, votantes.
En todos al menos hay una pizca de duda en lo que se debería hacer y en lo que está por venir. Hasta su pragmatismo quedó rozado por la duda de esta incertidumbre. No obstante, el Presidente electo acuñó logros. En Estados Unidos lo recibieron, y muy bien. Los principales Presidentes del mundo lo llamaron.
Las dificultades del presidente Milei residen en las cosas de gobierno, con desprolijidades expuestas, en nombramientos que fenecen antes de asumir, etc. Lleva a preguntarse si el ganador del balotaje se preparó sólo para ser candidato. De ser lo contrario, debió prever –como alguna vez lo conversó con esta cronista- candidaturas a gobernadores, intendentes, legisladores. Es decir la estructura política para gobernar. En ese momento Milei me contestó: “eso le preocupa al círculo rojo, no a mí. Yo sólo confío en mí. No puedo poner candidatos que no conozco. Sólo me interesa disputar la presidencia”. Con toda humildad le señalé entonces que, en caso de ganar, tendría gran debilidad legislativa, no sólo por la falta de legisladores, sino de gobernadores que traccionen el voto de éstos. Su respuesta fue “para eso tengo el plebiscito”. Por suerte parece haber abandonado esa idea.
Hoy el nudo central para implementar sus políticas está en el Congreso. Ahí la foto que cuenta es la del 22 de octubre, la que desnuda su flaqueza, no la del 19 de noviembre, que muestra su fortaleza.
El presidente Menem para obtener la aprobación de las dos leyes Dromi que utilizó para lograr sus reformas, llegó al Congreso de entonces con 120 diputados, 26 senadores y 17 gobernadores. Javier Milei llega al Congreso para intentar que sus leyes reformistas se aprueben con 37 diputados y 7 senadores propios, y ningún gobernador. Diputados que no muestran en general expertís política. Al igual que senadores donde la “guerra” por ser llevó a muchas desprolijidades como por ejemplo, Bartolomé Abdala, senador puntano, ex presidente del PRO provincial, quien renunció a la presidencia del bloque al día siguiente de ser elegido.
El periodista especializado en temas legislativos José di Mauro le dijo a Infobae: “a un gobierno débil se le va la vida en cómo resuelva las alianzas en el Congreso de la Nación, es decir en la fortaleza que logre porque aquí está su base de sustentación”. Como definió el politólogo Lucas Romero: “A Milei le sobran votos, pero le faltan bancas, esto genera un gobierno de hiperminoría obligado a construir múltiples alianzas”.
Al cierre de este análisis pareciera que en el Senado habría logrado constituir mayorías con la anuencia del Interbloque Unidad Federal que aportaría los votos de los senadores Alejandra Vigo (Córdoba) , Camau Espínola (Corrientes) y Edgardo Kueider (Entre Rios). Estos 3 sumados a los 7 de LLA más los 24 de JXC, llegamos a 34 senadores; sumado a 2 misioneros y un 1 rionegrino, llegan a 37.
Los desafíos no son menores para una Argentina que en 50 años duplicó sus habitantes y multiplicó por 10 su pobreza.
El Dr. Carlos Leiva, un protagonista de la historia política argentina, con su agudeza habitual dijo: “se puede arreglar lo económico a sopapos o con armonía, de las dos formas; si se elige la primera debiera prever el Presidente entrante la creación del ministerio de las consecuencias”.
Sigue discutiéndose sobre la conveniencia de ingresar todo el paquete legislativo al Congreso, como comentábamos la semana pasada, o bien remitir sólo la nueva ley de ministerios, el presupuesto 2024 reformado, la habilitación de la comisión de DNU. No olvidar que estamos en diciembre, que las medidas (su sola discusión), afectarán a mucha gente. Y con las fiestas de por medio, puede ser algo peligroso.
El ex presidente Macri no está feliz con la designación ni de Luis Caputo en Economía (confirmado), ni de Patricia Bullrich en Seguridad. Si bien no habría tenido que ver con estas designaciones, llevan su orillo político. En un gobierno que no es propio, si en esos ministerios calientes se producen errores o desbordes, ¿de qué manera no sería señalado como el responsable final? Esto ocurre en momentos de máxima tensión entre el ex Presidente y su candidata presidencial.
A partir del 11 de diciembre se avizora otro país con devaluaciones, con estanflación. Si bien los votantes de Milei sabían lo que vendría, cuando ello ocurra habrá que ver si siguen convencidos de estas políticas. Juntos por el Cambio se desintegra a pesar que sus gobernadores insisten con el mismo espacio. A propósito de la liga de gobernadores, la misma está integrada por jóvenes en general que en la reunión de esta semana con sus críticas hacia el gobierno entrante, actuaron como si fueran ajenos.
El peronismo quedó decapitado, sin liderazgos categóricos. Ahora bien, si el gobierno entrante no hace pie con sus políticas, puede no ser JxC el que tenga la oportunidad futura de gobernar, “está en llamas en su internismo, perdió la mitad de los votos”. Podría resurgir fortalecido resabios del gobierno que concluye su mandato el 10 de diciembre.
El politólogo y rector de la UNR, Lic Franco Bartolacci le dijo a Infobae: “ante el hartazgo de la gente porque la política no le resuelve sus problemas cotidianos, el desafío es lograr que la política haga que las cosas sucedan*. Al preguntarle por qué estamos discutiendo temas saldados y consolidados (pactos democráticos) manifestó: *Cuando no hay un campo compartido de memoria entiendo que las instituciones están fallando, por eso debemos trabajar mucho con los jóvenes sobre libertad y justicia.
Fuente: https://www.infobae.com/