Por Emilio Grande (h.).- Este viernes 1 de febrero a la noche se desarrolló la despedida a monseñor Carlos María Franzini con una misa emotiva en la Catedral San Rafael ante una multitud y luego una cena en el Salón de Industrias de la Sociedad Rural de Rafaela, a la que asistieron unos 500 comensales.
El ex obispo de Rafaela asumirá el sábado 9 de febrero como arzobispo de Mendoza, designación del papa Benedicto XVI. Mientras tanto, el Colegio de Consultores del Obispado local debe definir quién será el administrador diocesano al quedar vacante hasta la nueva designación. Suele recaer en el vicario general, en este caso Gustavo Montini.
En más de 12 años de su ministerio episcopal, Franzini le imprimió su impronta personal en su trabajo pastoral, haciendo hincapié en el celo sacerdotal y las vocaciones que están en el corazón del pastor, la familia porque está siendo amenazada, la juventud porque son el futuro de la Iglesia y del mundo, y los pobres que son los preferidos de Dios.
Promovió a algunos sacerdotes como Hugo Santiago (obispo de Santo Tomé), Gustavo Zurbriggen (obispo de Dean Funes) y Antonio Grande (rector de la Iglesia Argentina en Roma). También tuvo un compromiso social, participando en distintas instancias con organismos del Estado y las ONGs sobre asistencialismo, promoción social e inseguridad.
En lo personal tengo sensaciones encontradas. Cuando tuve el problema del levantamiento de este programa en la anterior radio en 2011 se comunicó personalmente y habló con uno de los cuestionados, el actual presidente de la Corte. También se solidarizó con la experiencia dolorosa producida por la muerte de mi primer hijo Sebastián Aarón.
Pero lo vi molesto en la conferencia de prensa del 2012 para presentar la carta pastoral de Cuaresma al preguntarle sobre la Virgen que llora en el barrio Villa Dominga, contestándome de manera descortés que leyera un editorial de diario Castellanos. Este tema lo minimizó a tal punto que nunca tuvo un encuentro personal con Raquel Benítez ni tampoco formó una comisión técnica para analizar sobre el posible milagro de la Virgen.
Otras materias pendientes fueron la Pastoral de las Comunicaciones que al inicio de su ministerio tuvo encontronazos con Alcides Castagno y después de la muerte de Amílcar Torres, esta pastoral vagó por la casi inexistencia actuación similar a lo que ocurrió con la oficina de prensa que emitió comunicados en cuenta gotas, restándole importancia a la comunicación social.
Algo parecido sucedió con la Comisión de Justicia y Paz que en otras diócesis suelen tener un protagonismo relevante en la vida de una comunidad, pero acá la mandó casi al freezer. Franzini es muy personalista y se llevó mejor con los curas jóvenes que con los mayores.
Se trata de luces y sombras, fortalezas y debilidades que tiene toda persona humana, inclusive en este caso un hombre de Dios.