Por Alicia Riberi.- Nacemos en una familia y nos vamos desarrollando con ella y recibiendo influencias del entorno inmediato… También sucede que cuando crecemos elegimos y a veces esas elecciones ni a la familia le gustan. Entonces a que le echamos la culpa cuando hablamos de delincuentes, adictos a todo tipo de adicciones incluso al poder y al dinero. En mi caso, llego a la conclusión que de pequeños nos muestran valores, como por ejemplo, no mentir, no lastimar, pedir perdón, agradecer, ser humildes, generosos, estudiosos, responsables, respetuosos o no y creo fervientemente que eso nos determina como personas, pero sucede que hay muchas excepciones, y a pesar de haber recibido escasos valores y vivir entre antivalores, los ayudó a ser mejores y romper con el entorno. En consecuencia eso nos dice algo importante, que nadie está condenado a ser malo o bueno según en donde nació.
Ahora bien, cuando uno sale al mundo percibe los buenos y malos valores, las personas de bien y de las otras y siempre podemos elegir imitar lo bueno y no lo malo. Ese segundo en que decidimos inclinarnos a uno de los dos mundos, el del bien o el del mal, es justo ahí donde renunciamos a los verdaderos valores si optamos por la obscuridad, la maldad, el delito, la ambición desmedida. A los que elegimos vivir con valores, no lo hacemos para que sean exclusivamente nuestros, sino para trasmitirlos y desparramarlos por el mundo, no con palabras vanas, sino con testimonios que muestran efectivamente la práctica de valores, aunque obviamente eso no nos exime de cometer errores.
Hoy el mundo pareciera anestesiado, miremos alrededor, familias que unidas deberían ser el motor para que el mundo mejore y sin embargo cada día se destruyen más familias, por hombres o mujeres que a veces, viendo que se les va la juventud, creen que la atrapan dejando a la familia y corriendo detrás de un amor-espejismo, o simplemente no están dispuestos a hacer sacrificios para tratar de comprenderse y volver a empezar.
Hombres y mujeres que se vuelcan a la política pensando en transformar lo que está mal y se convierten en eso que está mal, maestros que empezaron con altos ideales y los cambian por otros, que tal vez si lo piensan a solas no los comparten, pero en masa resigan sueños, médicos que deberían tener como único objetivo salvar vidas y en cambio hay unos cuantos que por lograr un nivel económico mejor renuncian a lo que prometieron un día, empresarios que se iniciaron pensando en darle empleo a muchas personas y después por miedo a perder lo que consiguieron despiden gente, la justicia que tendría que darnos seguridad, se encuentra en un entramado de corrupción que no abarca a todos, pero no sabemos su verdadera dimensión.
Seguiría un largo rato pero no terminaría porque la corrupción está en todos los estratos sociales y la gente se ve desanimada, ya que trabajan, no les alcanza para vivir, le sacan cada vez más de todos lados y deben mantener a los que no trabajan. Las personas que se jubilan deben cobrar bien, porque en su mayoría han aportado años al estado, que trabajó su dinero y al cobrar la jubilación no le regalan nada, sino que le devuelven mucho menos de lo que aportaron y le quieren hacer creer que le dan un regalo y los que dicen eso cobran miles que ni sabemos de donde salieron o mejor sí, pero da vergüenza decirlo.
Los valores no deben resignarse, deben practicarse, ya que solo así el mundo recuperará la cordura… Los valores son cosa seria, no lo creen?