Por Emilio Grande (h.).- Mientras el tránsito rafaelino sigue siendo caótico desde hace muchos años, el parque automotor aumentó el 45% en 10 años. En 2016 había 82.644 vehículos y hasta el 31 de agosto de 2025 asciende a 120.176, sobresaliendo las motos y los vehículos con el 89% del total, con una población de 101.733 personas, según el censo de 2022, significando más de 1 rodado por habitante.
Según el Observatorio de Seguridad Vial, en 2024 hubo 1.075 accidentes donde el 84% fueron causados por motos y vehículos, mucho menos que años anteriores: 1.760 en 2023, 1.797 en 2022, 1.427 en 2021. Hasta el mes de julio de este año se registró un promedio de casi 4 accidentes por día, un 25% más que en 2024, según el Servicio de Emergencias 107.
Los accidentes de tránsito traen consigo cientos de lesionados y víctimas fatales: en 2024 hubo 12 muertes, en 2023, 2022 y 2021 fueron 10 muertos por año. En lo que va del 2025 se registraron 4 fallecidos.
En este contexto, el Concejo Municipal declaró la emergencia vial el 25 de agosto de 2022 durante seis meses, sin resultados a la vista, durante la gestión del intendente Luis Castellano. Ese año fueron presentados los resultados del Observatorio Vial realizado por el Departamento de Investigación de UCES Rafaela. El 25% de los conductores de motos no usa el casco, las motos formaron parte del 67% de los accidentes, el 61,5% de los accidentes de tránsito fue protagonizado por hombres, el porcentaje más alto de vehículos involucrados fue el binomio auto-moto con el 44% de los casos, el rango etario de 22 a 40 años protagoniza el 46% de los accidentes registrados.
En la sesión ordinaria del 28 de agosto pasado, los concejales opositores presentaron dos proyectos, solicitando informes vinculados a este problema: preguntaron si se están realizando controles y campañas de concientización sobre el uso del celular mientras se conduce que está prohibido por ordenanza, y el acompañamiento que realizan los inspectores al transporte de carga que debe circular dentro del radio urbano.
No es un problema nuevo, sino que viene desde hace muchos años. El problemático y complejo tránsito rafaelino se viene agravando no solamente en el microcentro sino también en distintos barrios de la ciudad durante gran parte del día, con el triste saldo de cientos de accidentes, que provocan lesiones de todo tipo y pérdidas irreparables.
Las mayores responsabilidades son de las gestiones municipales (32 años del peronismo y casi dos años del radicalismo a cargo de Leonardo Viotti), pero no pueden o no quieren resolver este grave problema, sumado a los conductores, cometiendo infracciones de no usar el casco, no tener licencia para conducir ni seguro, mal estacionamiento, cruce de semáforos en rojo, circular en contramano, entre otras infracciones.
La mayoría de los automovilistas y motociclistas no respeta al peatón en las esquinas, como establece la ordenanza de 1997, inclusive con la presencia de sendas peatonales pintadas. Hubo algunos atisbos con el arreglo del empedrado, pero es necesario seguir marcando las sendas, especialmente alrededor de la plaza 25 de Mayo, ya que circula mucha gente para hacer distintos trámites.
Se construyeron ciclovías y bicisendas, pero faltan hacer otras más en distintos barrios. Hay que incentivar el mayor uso de las bicicletas con campañas de concientización, sumado a que la gente debe caminar más porque hace bien a la salud.
El servicio del transporte público de minibuses es deficiente y deficitario con frecuencias entre 35 y 50 minutos de lunes a sábado (los domingos no funciona) cuando en otras ciudades más grandes las frecuencias son entre 5 y 10 minutos; y los recorridos son laberintos cuando debieran ser directos desde los barrios al centro. Si se incentivara el mayor uso de los minibuses, se usarían menos los autos y las motos.
Hay que intensificar los controles (se hacen en forma aislada y no en todos los barrios) y aplicar más sanciones porque somos “hijos del rigor”, continuar con las campañas de educación vial, incentivar el uso de la bicicleta, mejorar el servicio de minibuses y prohibir el giro a la izquierda en las avenidas. El 52% del parque automotor son motos, cuyos conductores en su mayoría son jóvenes que circulan a gran velocidad, sin casco, generando cientos de accidentes. La mayor responsabilidad es del Estado local en aplicar las ordenanzas vigentes, pero también está el compromiso de los conductores.