Las enseñanzas del papa Francisco en Brasil

Se trata del editorial del programa "Sábado 100" por radio Sol Rafaela (FM 90,9) que conduce Emilio Grande (h.). Se destacan su humildad y testimonio coherente al evangelio, mantener la fe ante los desafíos y problemas de un mundo desafiante y conflictivo, frente a los miedos que todos tenemos para volver a creer en Dios y poner nuestros interrogantes en las manos de Jesús, quien dio la vida por nosotros.

Por Emilio Grande (h.).- En medio de tanta mediocridad y crisis de identidad que vive la sociedad actual, durante siete días se desarrolló la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro con dos actores sobresalientes: los mensajes históricos del ex cardenal Jorge Bergoglio y el protagonismo de los tres millones de personas de distintos lugares del mundo.
El Papa argentino les pidió a los jóvenes «que hagan lío», la Iglesia «tiene que salir a la calle» y «no puede ser una ONG”. Esa frase de hacer lío se puede interpretar de diversas maneras, pero Francisco apunta a que el fervor de los jóvenes se movilice para no imitar a la comodidad de los adultos, en pocas palabras a revolucionar la vida de la Iglesia y en los distintos ámbitos: sociales, culturales, políticos, entre otros.
En su extenuante agenda, Bergoglio también estuvo en la favela Varginha , uno de los asentamientos más peligrosos y empobrecidos de Brasil, donde llamó a luchar contra las desigualdades sociales, como lo hacía cuando recorría las villas miserias de Buenos Aires.
En la Catedral Metropolitana de Río, donde miles de jóvenes argentinos -entre ellos un centenar de la diócesis de Rafaela- esperaron ansiosos su llegada, el sucesor de Pedro dijo: «No se dejen excluir y no excluyan a los ancianos. Cuiden los dos extremos de la vida, de la historia de los pueblos».
Al mismo tiempo, Francisco se reunió con autoridades políticas, entre ellas recibió a la presidenta Cristina Fernández, quien tuvo la bajeza de llevar a su candidato a diputado nacional Martín Insaurralde, en el marco de la campaña política del 11 de agosto, siendo más grave aún la posterior pegatina de afiches en Capital Federal y el Gran Buenos Aires, denunciado ante la Justicia. ¿Esta acción le dará rédito político o será “pianta” votos?
El Papa no mira para atrás por las ofensas recibidas cuando los Kirchner hicieron los desplantes de no concurrir a los tedeums en la Catedral porteña por miedo a las críticas filosas del ex arzobispo de Buenos Aires.
Una vez más en su breve pontificado, Bergoglio nos dejó varias enseñanzas en su paso por la Jornada Mundial de la Juventud, destacándose su humildad y testimonio coherente al evangelio, mantener la fe ante los desafíos y problemas de un mundo desafiante y conflictivo, frente a los miedos que todos tenemos para volver a creer en Dios y poner nuestros interrogantes en las manos de Jesús, quien dio la vida por nosotros.
Otro de los mensajes fuertes de este viaje a Brasil es no quedarnos encerrados en los egoísmos y pesimismos sino salir al encuentro del otro, del que piensa diferente, especialmente de los más pobres no solamente en el plano social, y de los enfermos, imitando su gesto de saludar a decenas de postrados en sillas de rueda.
En definitiva, se trata de un canto a la esperanza, no todo está perdido, insistiendo el Papa en el rol evangelizador y misionero que tiene la Iglesia en todo el mundo: “el evangelio no es para algunos sino para todos”.

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