La vergüenza en las elecciones de Tucumán

Se trata del editorial del programa «Sábado 100» por radio Sol Rafaela (FM 90,9) que conduce Emilio Grande (h.).- En lugar de ser una fiesta democrática, terminó siendo un escándalo las elecciones provinciales de Tucumán con quema de urnas, robo de boletas, cambio de los datos entre los telegramas y los ingresados al sistema electoral, cruce de acusaciones durísimas, con denuncias juduciales de fraude electoral por parte de la oposición, perforando la credibilidad de las instituciones, lo que más grave minimizado desde el oficialismo gobernante.
Con el paso de las horas y de los días se fueron conociendo pormenores de los manejos clientelísticos con que se vino manejando Alperovich en estos 12 años al frente de la Gobernación tucumana, con la entrega de bolsones para garantizar los votos en una de las provincias más pobres del país.
Así, los datos provisorios de la elección marcaron una diferencia de 14 puntos de Manzur sobre Cano, mucho menor a la que hubo en anteriores elecciones en ese distrito electoral. Ahora el recuento definitivo se conocería dentro de unos 20 días, si fuera cierto sería otro hecho vergonzoso.
En este contexto, la gente perdió el miedo y salió las últimas cuatro noches a la plaza de la Independencia de la capital de San Miguel de Tucumán, protestando contra este sistema injusto y perverso del Estado tucumano con carteles muy creativos, pero la noche del lunes pasado terminó salvajemente reprimida por la Policía, con detenciones de algunos de los manifestantes, dejando más de 20 heridos por los golpes y los disparos con balas de goma.
El jefe de Policía de Tucumán Dante Bustamante defendió la actuación de la fuerza de seguridad a su mando durante la violenta represión de la protesta. En un intento de despegar del escándalo al gobernador provincial, Bustamante afirmó que él es «el único responsable» por la represión a los manifestantes que protestaban contra el supuesto fraude electoral.
En medio del clima de tensión política e institucional, el arzobispo de Tucumán Alfredo Zecca condenó las acciones de la fuerza de seguridad y pidió a la Justicia que garantice la transparencia del proceso electoral. «Invito a las autoridades públicas y a las fuerzas de seguridad a actuar con justicia, prudencia y espíritu de paz. Espero que todas las fuerzas políticas y los ciudadanos expresen sus legítimas inquietudes a través de mecanismos democráticos e institucionales y, especialmente, a través de la Justicia, llamada a investigar y actuar para preservar las normas constitucionales y legales», expresó.
Si se llegara a confirmar el triunfo de Manzur tendrá legalidad, pero carecerá de legitimidad por lo turbio que fue el proceso electoral; en cambio si fuera de Cano empezaría a cambiar la forma de hacer política y dejar atrás 12 años de rasgos autoritarios de Alperovich que están en sintonía directa con el kirchnerismo a nivel nacional. Tampoco se descartan anular las elecciones si se verifica que hubo un plan contra el electorado.

Archivos
Páginas
Scroll al inicio