En horas de la tarde de este lunes, la Federación Industrial de Santa Fe (FISFE) llevó adelante su tradicional reunión de Consejo Directivo. En esta oportunidad, la sede elegida fue el Centro Comercial e Industrial de Rafaela, sito en Necochea 84. Allí, las autoridades hicieron un balance de cómo se viene desarrollando la actividad industrial en lo que transcurre de 2023.
Estas reuniones, ya tradicionales en el interior de la Provincia de Santa Fe, reúne a los diferentes asociados y regiones tratando los diferentes temas en los que trabaja la Federación a nivel transversal, pasando también por cuestiones regionales y locales con el fin último de encontrar soluciones comunes para potenciarse de cara al futuro del entramado productivo.
Previo al encuentro, se conversó con Javier Martín, presidente de FISFE, quien hizo hincapié en la realidad que atraviesa la industria, dando a entender que «es común» a lo largo y a lo ancho de la bota santafesina. «Se plantearon las dificultades que atraviesan las diferentes industrias, fundamentalmente, en cuestiones de comercio exterior, importación de insumos, equipos o maquinarias que resultan fundamentales para la cadena de valor», expuso en primera instancia.
Las dificultades, principalmente atadas por cuestiones económicas alcanza no solo a la industria metalúrgica sino también a lo que está relacionado a lo alimenticio, frigoríficos y otros sectores. Desde FISFE se trabaja, a través de la Unión Industrial Argentina, para seguir gestionando y facilitarle distintas aprobaciones de giras y el posterior pago de importaciones.
Teniendo en cuenta esta situación, la entidad se animó a hacer un balance que termina siendo variado. «En términos generales, la industria ha venido cayendo estos primeros ocho meses. Claro que hay ramas que están mucho más afectadas que otras y eso genera una dinámica diferente, tal es el caso del gas, el petróleo o la minería», agregó al respecto el titular de FISFE.
A su vez, Martín reconoció que lo vinculado al mercado interno se encuentra a la baja, principalmente por el impacto de la importación de aquellos insumos que resultan relevantes, continuando o incrementando la disminución de algunas cadenas de valor. En ese sentido, reconoció que en lo que resta del 2023 será difícil y que la actividad continúe en caída, al menos, hasta fin de año.
«Todos los sectores se encuentran afectados. Obviamente, se intenta priorizar algunos productos esenciales, básicos. Pero, hoy por hoy, la mayoría de las ramas industriales tienen dificultad baja, intermedia o alta de acuerdo a la importación de insumos», señaló.
La relevancia del balotaje presidencial
El próximo 19 de noviembre se llevará adelante la segunda vuelta de las Elecciones Presidenciales. Sobre este tema, desde la Federación Industrial de Santa Fe optaron por mantenerse al margen del juego político. «Nosotros no tenemos bandera política, pero sí una bandera industrial», expuso Martín.
Sin embargo, sí dejó en claro lo que se necesita para que la industria crezca y salga adelante en beneficio de la ciudadanía. «Estamos a favor de un Estado Nacional que promueva una política de industrialización de nuestro país, convencidos de que la única salida que tenemos para bajar los índices de pobreza es con más desarrollo y empleo; para eso, necesitamos una industria fuerte y competitiva que permita darle la oportunidad a los 47 millones de argentinos de tener empleo y desarrollo», advirtió.
Por otra parte, el presidente de FISFE puso sobre la mesa un dato para cualquiera que sea el Gobierno a partir del 10 de diciembre. Para el sector no significa lo mismo la importación indiscriminada de productos o intentar proteger la industria nacional. Martín señaló que países como Estados Unidos o algunos lugares de Europa se empeñan en proteger el trabajo y el valor agregado, algo que debería estudiar el nuevo gobierno de turno.
«Argentina debe ser inteligente y no abrirse a lo loco. Ya hemos tenido experiencias previas que terminaron muy mal, donde el 30% del aparato industrial quedó destruído, con índices de desempleo de dos dígitos. No queremos volver a eso, por lo que proponemos una administración que nos ayude a crecer como industria», sostuvo Martín.
La agenda de FISFE
Otra de las personalidades que tomaron palabra fue Mariano Ferracini, parte del Consejo Directivo de la Federación, quien explicó la importancia que tiene escuchar a cada integrante de la mesa directiva. «Venir a las regiones, escuchar un problema puntual que uno desconoce, es muy importante para nosotros y también muy gratificante», cerró.
De la actividad también participó Mauricio Rizzotto como presidente del Centro Comercial e Industrial de Rafaela y la Región.
En septiembre, la industria pyme se retrajo un 6,4% interanual
De acuerdo con el último Índice de Producción Industrial PyME (IPIP) elaborado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), «la producción de la industria manufacturera PyME bajó 6,4% en septiembre frente al mismo período del año pasado. Es el cuarto mes consecutivo en que la actividad se retrae. En total, acumula una caída de 0,8% en los primeros nueve meses del año. En la comparación mensual, la producción se mantuvo sin cambios.
Durante septiembre, las empresas trabajaron con 73% de su capacidad instalada, prácticamente en los mismos porcentajes que agosto. La incertidumbre política y económica puso en compás de espera inversiones programadas, y eso afectó la capacidad productiva de algunas fábricas.
Por otra parte, se acentuaron los problemas para obtener materias primas y otros insumos. Las empresas encuestadas tampoco consiguieron repuestos de maquinarias y debieron demorar o reducir escalas de producción. La cadena de pagos fue un problema constante: por temor a las disparadas de precios, los proveedores solicitaron pago contado e incluso anticipado para entregar mercadería, condiciones que las pymes no pudieron cumplir».
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