Por Emilio J. Grande.- Viene a la memoria un popular personaje simpático, dicharachero, conversador que en su juventud se destacó como jugador de fútbol en varios clubes y pelotari en el antiguo frontón de Atlético, en ambos deportes como zaguero.
Más conocido como «Pinchi» Jerez -de él se trata- se lo recuerda también como árbitro de fútbol y en una oportunidad de aquel pasado de la incipiente aviación detuvo el partido para que los jugadores pudieran apreciar las evoluciones de un aparato biplano que a baja altura hacía pasadas sobre la cancha.
Pinchi Jerez tuvo varias actividades, entre ellas como eficiente servidor municipal. Y siendo intendente don Pedro Aimaretti, lo designó como servidor de la calle dotándolo de una capota -un sulky con techo tirado por un caballo- con la que cada mañana partía del corralón municipal para recorrer a paso cansino cada barrio, semana tras semana, así meses y meses.
Al cabo de su jornada Jerez informaba a su Jefe novedades y pedidos o señalamientos de los vecinos, por ejemplo el retiro de una rama de árbol que obstruía el paso de peatones y vehículos, una pérdida de agua, basura acumulada indebidamente, veredas rotas, foco quemado del alumbrado público, algún vehículo estacionado en situación de abandono, un taller que ocupaba parte de la vereda, canes callejeros que molestaban, materiales de construcción o demolición dejados más tiempo de lo prudencial o permitido sobre la acera, cables cortados, entre otros.
Lo que narramos lo escuchó con atención el intendente Luis Castellano en una entrevista reciente, sugiriéndole que podría resultarle muy útil un empleado a la medida del citado Pinchi Jerez, por supuesto que ya no sería cumpliendo su tarea trasladándose en una capota, porque actualmente está prohibido todo vehículo de tracción a sangre, haciendo en cambio su trabajo en bicicleta.
Y esto viene a cuento puntualmente. Es que estamos en la época del año que permite la reforestación. Al respecto, cuán importante es el arbolado en general y en particular en todo centro urbano porque además de hermosearlo mantiene el equilibrio del ecosistema para una mayor oxigenación de los seres vivientes.
Cuando prestaba aquella función Pinchi Jerez no se hubiera dado el caso actual que en el arbolado de las calles que rodean nuestra hermosísima plaza 25 de Mayo, la principal de esta ciudad, estén sin plantas no menos de seis lugares desde hace dos o tres años, por citar algunos a la altura de Clínica Parra en calle 25 de Mayo, en la vereda del supermercado Quijote en calle Rivadavia, en la primera cuadra de calle Belgrano y también en la primera de calle 9 de Julio.
Reiteramos que sería muy beneficiosa la función de este especial “inspector de calles” para detectar problemas como el citado arbolado público y tantos aspectos que hacen a la calidad de vida de los rafaelinos, como así también escuchando sus planteos que pueden ser de interés para la comunidad.
La necesidad de un «Pinchi» Jerez
Sería muy beneficiosa la función de un “inspector de calles” para detectar problemas como el arbolado público y tantos aspectos que hacen a la calidad de vida de los rafaelinos.Por Emilio J. Grande (Rafaela)