Hacía mucho que no se registraba un período de lluvia tan constante como el del inicio de esta semana, que no sólo registra en nuestra zona más de 150 milímetros de precipitaciones en dos jornadas, sino que prolongará la inestabilidad hasta el comienzo del mes de diciembre.
En este marco y después de más de tres años de sequía y todas sus consecuencias negativas, es que quienes trabajamos en el campo volvemos a poner de manifiesto la importancia de contar con infraestructura acorde, para sostener estas alternativas.
En primer término es importante el mantenimiento de cunetas, para que el agua que se concentra en cantidad pueda escurrir de buena forma, siguiendo los trazados y bajos naturales.
Sin embargo, lo más notorio es lo que ocurre sobre los caminos, siendo en su mayoría de tierra y transformándose en intransitables desde este lunes y prolongando esta situación hasta que baje el porcentaje de humedad y el sol colabore en volver a afirmar una capa de barro que hoy sólo se puede atravesar en casos de emergencia y con maquinaria adecuada.
En los caminos que tienen una capa de arenado o ripio se recomienda utilizarlos sólo en caso de extrema necesidad, para no romperlos, para no deteriorar un trabajo y una inversión que costó mucho conseguir.
Recorriendo los trazados terminados en el programa provincial “Caminos de la producción”, es notoria la diferencia que generan en la ruralidad, en la conectividad que permiten, pero sobre todo en la oportunidad de no dejar de trasladar a personas y productos, incluso en los momentos de mayor intensidad de precipitación.
De todas maneras, se ve a simple vista la necesidad de ya contar con el fondeo destinado para su mantenimiento, para poder disponer de la mejora constante que requieren, para no perder la inversión inicial.
Pareciera un avance llamativo respecto a lo que sucedía un siglo atrás, pero es lo conseguido hasta el momento y es ese el motivo por el cual hay que resguardar una obra sencilla, pero fundamental.
Es responsabilidad de los productores, pero también de quienes viven en las ciudades y pueblos, hacer uso de estas trazas de una forma responsable y sólo en casos de extrema necesidad, para resguardarlos.
Con un trabajo público y privado este tipo de obras pueden seguir extendiéndose y mejorando la vida en la ruralidad, la atención de la salud, la asistencia escolar y sobre todo la provisión de materia prima a las industrias lácteas, mientras la maquinaria de mayor porte espera para volver a entrar en los lotes para cosecha y siembra en la transición de campañas.
Para conocer más sobre la gestión de los Caminos de la Producción en Rafaela leer: https://ruralrafaela.com.ar/se-presento-la-propuesta-de-financiamiento-para-mantener-los-caminos-de-la-produccion-en-rafaela/