Maestría en Comunicación Estratégica
Facultad de Ciencia Política y RR.II.
Universidad Nacional de Rosario
Seminario: “Teorías de la comunicación”
Docente: Nancy Díaz Larrañaga
Alumno: Emilio Grande
Objeto de estudio: La influencia del poder hegemónico de los medios de comunicación en la sociedad de masas.
Durante este primer seminario fueron analizadas distintas teorías sobre la comunicación con sus respectivas escuelas de pensamiento. Por tal motivo, estuve reflexionando sobre la elección del problema a analizar, pensando en mi heterogénea actividad profesional (diario, radio, web y docencia).
La irrupción de los “mass media” en la sociedad de masas viene produciendo desde hace varias décadas diversos impactos en la gente desde la información, pasando por las opiniones, las interpretaciones, los análisis y las investigaciones, como así también en el direccionamiento hacia el consumo a través de las propagandas y publicidades que ofrece el sistema capitalista.
A decir verdad, este tema escogido sobre “La influencia del poder hegemónico de los medios de comunicación en la sociedad de masas” es muy vasto por su amplitud y profundidad de su contenido y, al mismo tiempo, la complejidad que encierra el abordaje del poder de los medios, hoy tan cuestionado especialmente por las autoridades del actual gobierno nacional para así no perder de vista la coyuntura, en un contexto de una antinomia existente entre periodistas que trabajan en medios no oficiales y el nuevo fenómeno denominado “periodismo militante”, y además la gran concentración económica y transnacionalización de capitales.
En este sentido, la problemática a investigar se enfoca desde distintas miradas para buscar una pluralidad de voces de teóricos y pensadores con el objetivo de brindar categorías de análisis que permitan dilucidar el entramado existente al profundizar sobre los medios de comunicación.
Posicionamiento teórico
Primeramente, me voy a detener en la definición sobre la hegemonía. Se puede afirmar que existe un poder hegemónico cuando en una estructura de poder (político, económico, social, religioso, entre otros) un sector intenta la subordinación voluntaria con el consentimiento de los demás al propio programa para acrecentar y así consolidar el propio poder, como plantea Gramsci a través de la teoría de la hegemonía.
En esta línea de pensamiento, los estudios culturales del “Center Contemporary Cultural Studies” de Birmingham plantean que la hegemonía ejerce una dirección intelectual y moral sobre la sociedad al construir un proyecto consensuado a través de un sistema de alianzas en el marco de un proceso de negociación social y cultural.
Por este motivo, la ideología es un proceso de significación cultural en las que las relaciones sociales de poder-dependencia y todas las dimensiones de esta relación de poder (deshumanización, desprecio de la identidad social, explotación en todas las formas) son dadas como condiciones normales e inevitables de la organización social (distribución de funcionas en la sociedad, la forma de sacrificio que cada persona debe sufrir para la gloria de la patria).
Pero en cada sociedad existe una ideología dominante que influye en todas las sub-ideologías y ofrecen un modelo para cada una de ellas. La formación de la ideología dominante se explica por medio del concepto de hegemonía. Cuando un grupo de dirigentes presenta un proyecto para el desarrollo de la sociedad se hace el “mito” (destino o fin último) central para la sociedad que se transforma en ideología en cuanto se utiliza para justificar las relaciones de poder, dependencia y no participación.
Con el enfoque puesto en el objeto de estudio, también hay que analizar a la sociedad de masas en la lógica capitalista considerada tradicionalmente como anónima, homogénea e indiferenciada, susceptible de manipulaciones practicadas por los poderes instituidos, como sostiene Papalini, preguntando con razón en voz alta: ¿cuál es el lugar de los medios en este proceso: ser agentes de la igualación, sujetando a los hombres y mujeres a la maquinaria capitalista o establecer relaciones sociales entre aquellos a quienes nada vincula?
Una posible respuesta a este interrogante lo puede esbozar Martín-Barbero cuando señala que el concepto “masa” debe dejar de significar anonimato, pasividad y conformismo. La cultura de masa es la primera en posibilitar la comunicación entre los diferentes estratos de la sociedad y como es imposible una completa unidad cultural lo importante es que haya circulación, distribución y reproducción.
En este sentido, está el rol de los mass media para formar y propagar una ideología: como instrumento para la construcción de la hegemonía nacional, siendo un servicio público y profesional, y también como instrumento de explotación y de deshumanización.
Así, los medios promueven el proyecto dominante de construcción de una nación moderna, teniendo como fin informar en forma unilateral (eventos nacionales), educar según la necesidad de la nación, entretener (cultivar el buen gusto) y publicidad (sostiene el sistema).
El efecto ideológico general de la reproducción del sistema cultural opera a través de los medios masivos y se evidencia del análisis de las varias determinaciones que vinculan o liberan los mensajes de los medios hacia adentro y a través de las prácticas productivas: la estandarización, lo general de las reproducciones culturales, la conexión entre el sistema cultural dominante y las actitudes de los individuos.
O como sostiene Althusser al decir que no hay producción posible si no se asegura la reproducción de las condiciones materiales de la producción: la reproducción de los medios de producción, es decir la reproducción de la fuerza del trabajo, y del sometimiento a la ideología dominante. Los mass media constituyen uno de los “aparatos ideológicos del Estado” y el Estado aparece como “aparato represivo”.
Si analizamos por un instante la actual lucha de poder mediático en Argentina, el gobierno nacional ha creado un grupo de medios propios para eclipsar de alguna manera a los grupos mediáticos, especialmente Clarín, a través de la nueva ley nº 26.522 de servicios de comunicación audiovisual, que propicia un espíritu de libertad de expresión e información y participación, pero el objetivo de fondo es recortar el poder a este conglomerado y a decir verdad persigue el control y la reproducción del aparato del Estado, por ejemplo el programa televisivo “Fútbol para todos”.
Por otro lado, Wolf destaca la censura de algunos temas, el énfasis sobre otros, la presencia de mensajes evasivos, la deslegitimación de los puntos de vista marginales o alternativos son algunos de los elementos que hacen de los medios un puro y simple instrumento de hegemonía y de conspiración de la elite del poder.
¿Cuántas veces desde los medios públicos y privados determinadas noticias se minimizan y en otros casos se magnifican siguiendo políticas comunicativas que trascienden el trabajo de los periodistas y su eticidad debiendo obedecer indicaciones de sus superiores? Algunos ejemplos: la crisis del campo con la resolución 125 de 2008 y los cacerolazos de 2012 con el más destacado del 13/9/2012.
Contra esta visión, los estudios culturales reafirman la centralidad de construcciones culturales colectivas como agentes de la continuidad social, enfatizando la naturaleza compleja y elástica, dinámica y activa.
Creo que es muy importante la existencia de la teoría crítica de estudios culturales para buscar las raíces de la dependencia, de la explotación y dominación de los países latinoamericanos desde hace décadas no solamente en el campo económico sino que también se traduce en el terreno mismo de la cultura: la redefinición de los significados que se debe propiciar en los sectores populares como alternativa a la ideología dominante reproducida en los mass media, la creación de un público para democratizar los medios y para que cada sector se exprese de acuerdo a sus demandas y realidades sectoriales.
Esta mirada es abonada por McQuail cuando analiza la dimensión “dominación contra pluralismo”. Las características de los medios de comunicación como soporte de la interpretación del predominio son la centralización, la disponibilidad de ser dependiente del control de una minoría económica o política en un amplio radio de acción, unidireccionalidad, estandarización, atracción y prestigio que ejercita subordinado sobre el público.
En tanto, la perspectiva opuesta -pluralismo- encuentra confirmación en potenciales fuentes y diversidad de mensajes distribuidos según los intereses y la capacidad de elegir libremente de varios públicos, particulares audiencias y singulares individuos. Este último enfoque también es sostenido por Prieto Castillo cuando en el esquema de comunicación cambia el rol de receptor por perceptor, es decir este último recibe un mensaje no pasivamente sino que se convierte en un nuevo emisor.
Conclusiones provisorias
Luego de haber expuesto algunas reflexiones teóricas y prácticas sobre el objeto de estudio escogido, en esta parte final del trabajo voy a intentar avanzar en unas ideas conclusivas, que conviene aclarar son provisorias porque de continuar en esta temática seguramente sufrirá modificaciones.
El primer aspecto a criticar es el poder hegemónico de los medios que busca producir y reproducir el sistema capitalista con el objetivo de mantener el establishment debido a sus intereses particulares para así defender un proyecto consensuado en un marco de alianzas con dominación económica y cultural. ¿Se conocen en profundidad todos los dueños del nuevo fenómeno que se da con la globalización económica? ¿A qué intereses responden?
Ciertamente, los mass media tradicionales (radio, diario, televisión) son actores sociales de relevancia institucional y para garantizar su funcionamiento tienen que contar con auspiciantes que les permita cumplir con sus responsabilidades empresariales y laborales. ¿Qué independencia periodística pueden tener frente a determinados compromisos publicitarios para informar, opinar o investigar algunos hechos de corrupción?
No se constata esta misma situación en el universo de las páginas webs, que por un lado permitieron democratizar la comunicación publicando crónicas e investigaciones que los grandes medios no lo hacen, pero por otro lado tienen un problema de financiamiento desde la lógica capitalista.
En el plano laboral tengo la posibilidad de trabajar en el diario La Opinión de Rafaela desde hace 16 años y además conducir un programa de radio semanal en la FM Sol de esta ciudad y la página web del programa www.sabado100.com.ar. Se trata de diversos espacios: el primero en relación de dependencia que se rige con la lógica citada de los medios tradicionales, pero las restantes propuestas son proyectos personales que permite actuar de otra manera, teniendo como objetivo el pluralismo, como plantea los estudios culturales. La audición radial hace 10 años que se transmite y tuvo sus problemas porque el poder no acepta ser cuestionado, recibió presiones políticas y fue levantado en tres oportunidades.
Este seminario me permitió repasar y repensar sobre las distintas teorías de comunicación que había estudiado hace varios años, conociendo nuevos autores para ampliar las miradas que me sirven en el desarrollo de mi actividad académica en las cátedras de “Periodismo” y “Periodismo radiofónico” en la UCSE DAR desde 2004.
Finalmente, decir que investigar y analizar a los medios masivos es una tarea compleja para no caer en el paradigma de la simplificación porque interactúan diversos intereses y disciplinas, siendo un gran desafío cómo avanzar en un proceso de negociación cultural con mayor participación de todos los actores sociales.