Por Emilio Grande (h.).- Estamos viviendo uno de los peores momentos de la historia de la Argentina con niveles escandalosos de pobreza, inflación, corrupción, inseguridad, entre otros, pero parece que la mayoría de los ciudadanos estuviera adormecida, aletargada y anestesiada…
¿Tanto hemos caído como sociedad? Si esta misma situación se diera en otro Gobierno no peronista, ¿qué harían los gremios y la izquierda? La verdad es que hay una hipocresía alarmante, basta recordar los hechos lamentables de 2017 durante la administración de Mauricio Macri con miles de kilos de piedras arrojados en la plaza del Congreso por la reforma previsional, que dicho sea de paso ahora los jubilados cobran menos por la reforma el actual gobierno de Alberto Fernández.
En este contexto, en una reciente entrevista al papa Francisco con la agencia The Associated Press fue contundente y clarísimo sobre la Argentina: “en este momento no hago política. Leo los datos. Tienen un nivel de inflación impresionante. En el año 55, cuando terminé mi escuela secundaria, el nivel de pobreza de Argentina era el 5%. Hoy está en el 52, creo. ¿Qué pasó? Mala administración, malas políticas”.
Luego distintos integrantes del Gobierno salieron a cuestionar y refutar los dichos del Papa con una mirada evasiva, buscando culpables afuera sin hacerse cargo de la gravedad sobre la situación socioeconómica de la Argentina.
La portavoz Gabriela Cerruti escribió en su cuenta de Twitter: “De esto estamos hablando cuando preguntan sobre las afirmaciones de Francisco. Hablamos de un ciclo que comenzó en el 55 de gobiernos que avanzan y ciclos liberales (por golpe militar o elegidos democráticamente) que retroceden. El último fue el macrismo”.
El canciller Santiago Cafiero expresó: “No tengo ninguna duda que del 55 en adelante la Argentina, con políticas que se fueron sucediendo, primero a partir de gobiernos dictatoriales, fueron desarmando una política que tenía que ver con la industrialización y el empleo del primer gobierno peronista. Sé de la vocación que tiene este Gobierno para sacar la situación adelante, que no es este Gobierno el que generó la pobreza en la Argentina, eso es un absurdo”.
Durante una breve entrevista, el presidente Fernández consideró que “gobiernos dictatoriales” fueron los responsables de empeorar la economía argentina. “Mientras gobernó Perón, otra era la realidad de la Argentina. Cuando comenzaron a sucederse gobiernos dictatoriales, siempre regidos por las lógicas liberales y conservadoras, generaron lo que generaron”.
Volviendo a la opinión de Francisco, el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social y obispo de Lomas de Zamora Jorge Lugones dijo que “al Papa también le preocupa la falta de diálogo y el desencuentro social. Insiste, en el cuidado de los pobres”, sosteniendo que el país necesita “más empleo y de mejor remuneración. Hay que consolidar un modelo que anteponga la producción a la especulación, la distribución a la concentración y el acaparamiento, el bien común a la rentabilidad sectorial”, destacó.
Este año se cumplen 40 años desde la restauración democrática en 1983 de los cuales el peronismo estuvo en el poder 28 años al finalizar este 2023. ¿Se puede desentender de los problemas estructurales como la pobreza, la inflación, la corrupción, echándole la culpa a los gobiernos militares y al macrismo, y nunca haciendo una autocrítica sobre los errores cometidos?
A decir verdad, un país no puede sostenerse con el 95% de inflación como tuvo la Argentina en 2022 porque erosiona los ingresos de la gente, especialmente de los más pobres, que actualmente rondan la mitad de la población y no pueden vivir dignamente por la falta de trabajo digno, teniendo un territorio con todos los climas y suelos para un desarrollo sustentable y sostenible en el tiempo.
En este año electoral hay varias materias pendientes a resolver en el mediano y largo plazos como la inflación, la pobreza, la corrupción, la inseguridad y cada uno puede agregar otros temas a este listado. ¿La dirigencia en su conjunto estará a la altura de las circunstancias o privilegia sus intereses por encima del bien común?