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La inflación carcome los bolsillos de los argentinos

Se trata del editorial del programa “Sábado 100” por radio El Espectador (FM 100,1) de Rafaela.

Por Emilio Grande (h.).- Lamentablemente, la inflación de enero tuvo una fuerte incidencia del alza en alimentos (4,9%), registrando en el primer mes del año un aumento de 3,9%, con lo que la variación interanual alcanzó el 50,7%, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

En la misma línea, la inflación en la provincia de Santa Fe subió un 4% en el primer mes del 2022 y acumuló casi 50% en un año, según datos del Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (IPEC). Los mayores incrementos se dieron en los rubros comunicación y transporte, alimentos y salud.

Con este nivel mensual del índice de precios al comienzo del año se torna difícil la idea de cumplir con lo previsto por el ministro de Economía, Martín Guzmán, en el presupuesto 2022, donde proyectó una inflación anual de 33% (casi 18 puntos por debajo del 50,9% con el que terminó 2021).

Una de las cuestiones que más preocupan a la hora de hacer una proyección sobre cómo evolucionará la inflación durante el año es el nivel del el índice de precios al consumidor (IPC) núcleo. Si bien el dato de enero mostró una cifra menor a la de diciembre, Agustina Myronec, economista de la consultora Ecolatina, destacó que ya lleva 16 meses ubicándose por encima del 3%. “Más allá del nivel general, lo grave es lo que muestra el IPC núcleo, donde no se prevé en el corto plazo un cambio de tendencia que implique una desaceleración”, agregó la analista.

Teniendo en cuenta que uno de los rubros que más empujó el índice de enero fue alimentos, Nadin Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), señaló: “Puede apreciarse que, en 3 de los 5 años, los alimentos terminaron subiendo más que la inflación que anualizaba el primer mes del año. Pero la evidencia permite confirmar que la baja de la inflación es uno de los grandes desafíos sociales y económicos de este año”.

Con la aceleración esperada del tipo de cambio nominal oficial, la agudización de los faltantes por mayores presiones sobre importadores y el ajuste en las tarifas de gas y electricidad, el panorama para lo que resta del año no es bueno. Gabriel Caamaño, economista de Consultora Ledesma, opinó: “Con la inflación núcleo corriendo arriba del 3% hace varios meses, el número de cada mes depende de los estacionales, con los regulados tirando para abajo. El tema ahí, es que acelerar la tasa de ajuste del tipo de cambio nominal oficial sin ancla fiscal y tasa positiva, difícilmente no se traduzca en una aceleración de la núcleo. Con regulados que van a tirar menos para abajo”.

A decir verdad, la inflación no es un problema de ahora sino que viene desde el año 1945, sin olvidar el período hiperinflacionario de 1989 que terminó con la renuncia del presidente Raúl Alfonsín.

No se soluciona con la emisión monetaria descontrolada, el cepo cambiario, el cierre de importaciones y exportaciones, los congelamientos y controles de precios. Ahora, el gobierno nacional analiza crear una “Empresa Nacional de Alimentos” para bajar la inflación con el objetivo de controlar los aumentos de precios e impulsar a pequeños y medianos productores. La propuesta fue de Rafael Klezjer, director nacional de Políticas Integradoras del Ministerio de Desarrollo Social.

Frente a la complejidad del problema, urge que el Gobierno convoque a los principales actores sociales (legisladores, gobernadores, economistas, empresarios, sindicalistas, productores, investigadores, entre otros) para buscar el bien común en orden a atenuar este denominado “impuesto”, que carcome los bolsillos de todos los argentinos, especialmente los más pobres que rondan el 44% de la sociedad, priorizando realizar las inversiones necesarias y parar con la “maquinita” de remarcar los precios…

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