Por María Herminia Grande.- Javier Milei fue ambiguo en conocidas entrevistas al responder si cree o no en la democracia. No parece con el avance de sus tiempos en política, haber encontrado la respuesta a esta pregunta central. Tal vez por esto último tanto desprecio a Raúl Alfonsín y a aquella epopeya de recuperación de la democracia, pensada como la casa donde habite la sociedad argentina, principalmente en libertad con equilibrio y con plena vigencia de los derechos humanos.
Su compañera de fórmula Victoria Villarruel, en tanto, le asegura a los militares de la última dictadura una suerte de reivindicación, en consonancia con su juramento cuando asumió como diputada nacional: “Por las víctimas del terrorismo” .
Esto son Milei y Villarruel, los que sí entraron en el balotaje luego de las elecciones del pasado 22. Pero veamos qué pasa con Mauricio Macri y Patricia Bullrich, quienes no llegaron a esa instancia.
Macri se equivoca al decidirse por Patricia Bullrich –con grandes limitaciones de expresión y concreción a la hora de formular ideas- ; y se equivoca al incentivarla a dejarlo todo en la interna con Rodríguez Larreta, en su convencimiento de que el que la ganase –sin más trámite-, sería el nuevo Presidente de los argentinos.
Luego de las PASO, cuando a su candidata le costaba remontar el resultado – y él jugaba bridge en el exterior-, comenzó a pergeñar su alianza con Milei. Se subraya su alianza. Es más, según Pablo Avelluto, gente del entorno más cercano al ex Presidente, antes de las elecciones del 22, lo sondearon sobre cómo veía la posibilidad de acompañar a Milei.
Macri de esta forma cumpliría con dos sueños que lo obsesionan desde hace tiempo: ser el jefe de la nueva ultraderecha argentina y “sacarse de arriba” (sic) la socialdemocracia de los radicales.
En una Argentina rara y a dos semanas del balotaje, Macri hace campaña como si fuera el candidato y Milei guarda silencio para evitar el voto susto y alejamiento. Macri en los hechos aúpa a Milei hacia la presidencia. De ganar Milei se reeditaría aquello de “Cámpora al gobierno, Perón al poder”. Y otra vez –si ganase Milei-, el poder inexorablemente lo detentaría el ex presidente, quien, impedido por sus propias decisiones de no competir en el acto comicial, produce un per saltum y va –en los hechos- al balotaje por la revancha contra Massa a través de su más exacerbado antiperonismo.
Esta decisión inconsulta, incomodó a parte del PRO. El ingeniero se siente absolutamente su dueño, por eso hace y deshace sin consultar, para luego informar y ordenar. Esta actitud pone a sus seguidores ante la disyuntiva de aceptar a Milei –con problemas en sus equilibrios- y al propio Macri, a quien si le va mal en esta jugada, los arroja sin red al abismo político.
Victoria Villarruel y Javier Milei en la cámara de Senadores.
Miguel Pichetto y el Peronismo Federal aún no se han expresado públicamente, aunque tras el sondeo realizado por esta cronista, la impresión es que se pronunciarían por Milei.
Los radicales se han pronunciado, algunos con más vehemencia y con apoyo a Sergio Massa, y otros con más cautela- El Dr. Juan Manuel Casella le dijo a Infobae que: “hay dos clases de radicales: los que confrontan con el peronismo y creen que es sin el peronismo. Y los que creen que sin el peronismo es imposible construir la Argentina. Claro que, para esta última postura, se necesita de un peronismo que no se sienta dueño de todo”.
Notorio el caso del gobernador electo por Santa Fe, el joven radical Maximiliano Pullaro, quien viene de ganar la gobernación con más de un millón de votos, le dijo a Infobae: “Primero me parece que en JxC debiéramos hacer una profunda autocrítica ya que de ganar por veinte puntos ahora se perdió, Y sin autocrítica, lo nacional no se ordenará”. Infobae le consultó sobre si se ve camino a la presidencia –como ya se escucha- : “Eso es una necesidad de Buenos Aires, del partido, ajena a mí y a mi equipo. El voto lo maneja la gente. Yo gané con más de 1 millón de votos y quise que en la interna ganase Rodríguez Larreta, que logró 200 mil votos en Santa Fe. Luego hice lo propio con Bullrich, y también perdió”. Remata diciendo: “quiero ser claro, nosotros en Santa Fe estamos convocando a sectores del peronismo para intercambiar miradas. Santa Fe es una provincia hoy con mucho déficit, con el gran problema de la inseguridad, de educación y un sistema productivo desmantelado por las políticas nacionales”. Por último aclara: “Cuando hablé de mi voto a Milei, fue como parte de la campaña. Hoy, mi voto, no le preocupa a los santafesinos”.
Todo indica que el 19 de noviembre comienza una nueva etapa para Argentina. Para Julio Bárbaro “Con Milei se termina en una guerra civil”, añade: “Massa tiene –por regalo de la Historia- la posibilidad de hacer un gobierno distinto si lo encara con mesura, equilibrio , austeridad, amplitud y sin soberbia. Y proponiendo un proyecto de futuro”. Juan Manuel Casella cree que: » Es una campaña elaborada a través del marketing y no de propuestas, con candidatos (todos) que mostraron limitaciones, sin embargo las propuestas de Milei son de una gravedad institucional enorme, con lenguaje agresivo, con reivindicaciones a los militares, venta de órganos, entre otras cosas, esto hace que su candidatura se convierta en impresentable . Yo rechazo a Milei”. Bárbaro cree que: “la última vez que CFK optó para su proyecto político fue con Alberto Fernández, y el resultado está a la vista. Cuando lo apoyó a Massa lo hizo sabiendo que no lo manejaría”. Remata: “Cristina está cansada de la política, ya son muchos años”. Por su parte Casella cree que las coaliciones para que sirvan deben estar integradas por partidos consistentes y con fortaleza. “La UCR fue furgón de cola del PRO y cometimos el error de consentirlo”
Una vez más esta cronista destaca que Javier Milei es el producido de la mala praxis política.
PD.: 1) El politólogo Hugo Quiroga cree que “el electorado argentino es conservador, no en el sentido político sino, en el cuidado de lo que tiene – sea poquísimo o mucho-, y esto es lo que prioriza cuando va al cuarto oscuro”.
2) Ignora esta cronista si Milei y Macri leyeron El Principito, capítulo 21: la domesticación. Aunque resulte naif, en la Argentina de hoy poblado de antis y de odios, me permito citarlo “sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos”.
Fuente: https://www.infobae.com/