Por Emilio Grande (h.).- “La cuarentena fue mal planteada desde un principio. Estuve hablando con mi sobrina de Estados Unidos, donde el Intendente rige sobre los asuntos de salud y no el Presidente. Fue mal encarado porque el Presidente el 20 de marzo decretó obligatorio a todo el territorio nacional, siendo la Argentina es el octavo país más extenso del mundo cuando había 7 provincias sin coronavirus. Las provincias que no tienen una tendencia del Gobierno flexibilizaron como Mendoza, Chubut, Corrientes. En Rafaela hace del 21 de abril que no hay casos (51 días al día de hoy) y ya tuviera que haber mucha más libertad porque está fundiendo a muchos comercios y pymes chicas, y destruyendo la salud física y mental”, opinó el médico cirujano Raúl Brinckhaus durante una entrevista en el programa “Sábado 100” por radio El Espectador (100,1), que conduce quien firma esta crónica.
Nació en Bolivia hace 85 años, hizo la primaria en el Perú, la secundaria y teología en Chile, y medicina en Uruguay. Hace 44 años que vive en Rafaela, fui presidente del club Ferro y no pertenece a ningún partido político. Hace 12 años que está jubilado. Hace 26 años que nada una hora de lunes a viernes y anhela de todo corazón que vuelvan a funcionar las piletas climatizadas.
Y agregó: “No es correcto que estemos 80 días encerrados y los mayores de 65 años no podamos salir a la calle, ahora se ha flexibilizado, pero no puede ser porque científicamente se sabe que el ejercicio, el sol y el aire puro es lo mejor para nuestra inmunidad. Junto a los ejercicios está la alimentación a base de frutas y verduras porque un régimen carnívoro aumenta la acidificación del medio interno del organismo, es decir el pH, que es propicio para el cultivo o la reproducción del virus, sumado a buenos hábitos de no fumar ni beber. Nuestra inmunidad es el mejor antibiótico y la mejor vacuna que existe porque si entra un virus, un germen o un hongo nuestro sistema inmunológico, que es de la naturaleza dada por Dios, nos defiende y no nos hace daño. Por eso pienso que esta cuarentena es insulsa”.
Dijiste que la cuarentena destruye la salud física y mental, ¿cuáles son las consecuencias del encierro?
Disminuye la inmunidad, nuestra defensa natural propia la destruye, en consecuencia el virus es más fácil. Escuché a psiquiatras hablar sobre el efecto mental. Como médico jubilado salí a visitar a mis pacientes que son la mayoría de la tercera edad para saber cómo están y muchos de ellos no me dejaron entrar por miedo. Una persona que vive sola puso tela adhesiva en las hendijas de las puertas y de las ventanas para que el virus no entre porque escuchó decir al Presidente “no hay que salir afuera porque el virus está en la calle”. Este virus se sabe científicamente que es un virus pesadito, no está en el aire, al metro y medio cae, por eso es correcto el distanciamiento de dos metros; su vida no es de días sino de horas, donde resiste más tiempo es en el plástico y los metales. No tocarse la cara y cuando llega a su casa lavarse las manos con jabón por lo menos 30 segundos, y usar el barbijo es correcto. Lo transmiten los enfermos y portadores asintomáticos, hay que cuidarse al toser, hablar, estornudar, porque este virus entra por la mucosa no por la piel.
¿Por qué nos metieron tanto miedo cuando en el mundo hay más muertes por hambre, accidentes de tránsito y gripe?
Es algo que no entiendo, imagino que puede haber un trasfondo político pero no tengo la certeza; eso lo vamos a saber dentro de un año o antes, el tiempo lo dirá. En la parte económica, hay un montón de negocios que no van a poder abrir y el Gobierno le está dando migajas, pero no curan el problema fundamental de la Argentina que es la pobreza; es un país rico y hermoso. Visité varios países, pero no hay otro como la Argentina, se pueden encontrar las 7 maravillas del mundo más bellas; no entiendo el estado en que se encuentra, donde la pobreza cada vez va aumentando.
¿Habría que levantar la cuarentena, especialmente en el interior del país?
La mayoría de los países, México, Estados Unidos, Brasil, han apostado por lo económico. Las consecuencias las vamos a ver dentro de unos meses porque la economía es fundamental en el bienestar del pueblo. Según la ciencia, este coronavirus mata en un 70% a personas mayores de 65 años los ancianos, la clase no productiva y está destruyendo a la juventud, disminuyendo su inmunidad, que es la parte productiva de un país. Cuando estaba en actividad, visité a todos los geriátricos y me daba lástima porque los internados no eran felices, estaban esperando descansar para siempre. Hace 50 años atrás no existían los geriátricos, los ancianos morían en su casa, rodeados de sus seres queridos. Los clubes deberían estar trabajando con los niños y los jóvenes, incluyendo que es un perjuicio para la persona adulta. La cuarentena nunca tuvo sentido. Es tiempo que todo vuelva a la normalidad. La libertad es un don de Dios y ningún hombre nos puede quitar.
