La llamada “democratización de la justicia” puede hacer de la Justicia una víctima del desmedido afán de poder. Fiel a los valores que proclama, la Iglesia no ha dejado pasar en silencio los riesgos que esta coyuntura entraña.El papa Francisco se dirigió al Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación el 23 de marzo pasado, afirmando que “administrar justicia es una de las más insignes tareas que el hombre puede ejercer”.
En los primeros días de marzo, la Comisión de Justicia y Paz hizo conocer ante las autoridades de los tres poderes del Estado y ante la opinión publica sus observaciones y advertencias sobre los graves riesgos tras las ideas que por entonces circulaban en torno de la llamada “democratización de la Justicia”.
Posteriormente, el 17 de abril de 2013, los obispos argentinos, reunidos en la 105º Asamblea Plenaria, expresaron: “Consideramos que los proyectos de ley que se encuentran en el Poder Legislativo en orden a regular el ejercicio de la Justicia, presentan aspectos que merecen un profundo discernimiento por la importancia de la materia que tratan. Por ello se requiere de amplias consultas, debates y consensos previos en consonancia con la magnitud de los cambios propuestos.
Entendemos que un tratamiento apresurado de reformas tan significativas corre el riesgo de debilitar la Democracia Republicana consagrada en nuestra Constitución, precisamente en una de sus dimensiones esenciales como es la autonomía de sus tres poderes”.
La Comisión de Pastoral Social, el día 22 de abril, recibió a una delegación de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional, quienes hicieron notar la enorme gravedad institucional que representan los proyectos de ley actualmente en tratamiento en el Congreso. Por su parte, monseñor Jorge Lozano comentó el reciente comunicado emitido por la Asamblea Plenaria de los Obispos y también el comunicado más extenso que produjo la Comisión de Justicia y Paz en el mes de marzo pasado. A su vez recordó una declaración de la Conferencia Episcopal Argentina de abril de 1997, “Reflexiones sobre la Justicia”.
El 23 de abril, en un documento que fue dado a publicidad, la UCA advirtió que se corre el riesgo de avasallar la independencia de poderes.
En el evangelio según san Mateo 5:37 se lee: “…sea vuestro hablar: `’Sí, sí’ o ‘No, no’ y lo que es más de esto, procede del mal”. Las autoridades de los tres poderes que nos gobiernan se comprometieron por el “Sí” cuando juraron por la Constitución Nacional; en el preámbulo de nuestra Constitución reconocemos a Dios como fuente de toda razón y justicia.
Cuando los legisladores tienen ante sí proyectos de ley sobre cuestiones fundamentales que pueden poner en riesgo los valores que la Constitución consagra, deben examinar sus conciencias ante Dios y ante quienes los eligieron para cumplir con la Constitución.
Todos los ciudadanos argentinos estamos comprometidos en la promoción y defensa de los valores que consagra nuestra Constitución Nacional. Que Dios y la Patria nos demanden si no cumplimos con nuestro compromiso.
Fuente: revista Criterio, Buenos Aires, Nº EDICIÓN WEB » ABRIL 2013.